Oración a San Enrique para hacer peticiones materiales o espirituales

San Enrique, también conocido como ‘El Piadoso’, por su gran humildad y sus importantes valores, se desempeñó como duque de Baviera, y posteriormente como emperador de Alemania; no obstante, estos importantes cargos nunca lo apartaron de su misión más importante en el mundo, servir a Dios y demostrarle siempre todo su amor y respeto.

Precisamente, se dice que no tomaba ninguna decisión sin antes consultarle a Dios en oraciones, y mantuvo su castidad de mutuo acuerdo con su esposa, motivo por el cual son muchas las personas estériles que recurren a él; además, cuentan las historias que en numerosas ocasiones vio a los ángeles protegiéndolo a él y a sus tropas, ayudándolos a obtener la victoria.

Siempre se caracterizó por perdonar, gobernar con amabilidad y ayudar a las personas que más lo necesitaban, y es la razón por la que puedes seguir confiando en su intercesión y gran poder; hoy puedes rezar a él la oración que aquí te enseñamos, compartida por el portal ‘Río Negro’, para hacer tus peticiones más especiales, tanto materiales como espirituales.

Oración para peticiones materiales o espirituales

Oh Dios, que has llevado a San Enrique, movido por la generosidad de tu gracia, a la contemplación de las cosas eternas, desde las preocupaciones del Gobierno temporal, concédenos por sus ruegos caminar hacia ti con sencillez de corazón en medio de las vicisitudes de este mundo.

Oh emperador, San Enrique, máximo patrono alemán y reconocido patriarca europeo, bondadoso hombre de brillantes virtudes, caballero misericordioso, te pido que me cuides de mis enemigos, haz que logre perdonarlos, así como tú perdonaste la traición de tus súbditos.

Alimenta mi corazón de todo lo bueno que hay en ti, protégeme con tu escudo milagroso que tú realizaste en tus maravillosas expediciones; sé el emperador de mis decisiones a tomar de ahora en adelante. Oh Dios, que en este día has hecho pasar al bienaventurado Enrique, tu confesor, de un trono terrenal al reino eterno, haz, te lo imploramos, que, así como él triunfó por tu gracia de las seducciones del siglo, despreciemos nosotros también los vanos atractivos del mundo para presentarnos a ti con un corazón puro.

Glorioso San Enrique, siervo de Dios, tú que fuiste capaz de seguir la senda del Maestro, intercede por todos nosotros, por nuestras necesidades materiales y espirituales, para que podamos llegar a la diestra del padre. (Haz tu petición específica).

Aboga para que miles de personas que pasan hambre y sed de justicia puedan vivir dignamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.