Oración a Santa Verónica para estar protegido de la oscuridad
Hay una hermosa oración que puedes dedicar a Santa Verónica, para estar alejado de la superficialidad y protegido contra la oscuridad de tu corazón; aquí te la enseñamos.

Hay una hermosa oración que puedes dedicar a Santa Verónica, para estar alejado de la superficialidad y protegido contra la oscuridad de tu corazón; aquí te la enseñamos.
Santa Verónica, a quien se le conmemora el 12 de julio, era una mujer de Jerusalén que ahora es recordada por su gran valentía y misericordia, pues se atrevió a ayudar a Jesús en su camino al calvario, incluso cuando una multitud demostraba su odio o simple indiferencia.
Cuando Jesús cargaba su pesada cruz, con el rostro sudoroso y ensangrentado por la fuerte y cruel golpiza que le habían propinado, esta mujer se conmovió y se acercó a Él, brindándole su velo para que pudiera limpiarse la cara, sin importar la peligrosa reacción que podía recibir por parte de los romanos o de las personas enfurecidas que allí se encontraba.
Jesucristo así lo hizo, se limpió y al devolvérselo a Santa Verónica, su rostro quedó grabado en aquel pedazo de tela, que ahora es conocido como el velo de la Verónica. El velo, anteriormente se encontraba en la Basílica de San Pedro, pero ahora reposa en Santuario de Santo Rostro, en Manoppello, Italia, y se dice que quienes han recurrido a él se han sanado incluso de enfermedades.
Hoy puedes dedicar una hermosa oración a esta mujer, compartida por el portal ‘Gloria.tv’, para tener su misma misericordia, dejar a un lado todo lo superficial, y luchar también contra la oscuridad de tu propio corazón, con el fin de obrar conforme a lo que Dios querría que hicieras y conseguir las mismas virtudes que tuvo esta mujer en vida.
Oración para protegerte de la oscuridad
¡Muéstranos, Señor, Tu rostro y seremos salvos! Oh gloriosa Santa Verónica que, encontrándote con Jesús, conociste su ejemplar e inmaculada vida, su pasión y su muerte, y que en el cielo incluso ahora conoces su gloria, intercede para que pueda participar de las gracias de su Divina Misericordia. Tú que, como premio de tus virtudes, obtuviste el milagro del rostro de Cristo.
Te pedimos para que Jesús esté impreso en nuestros corazones y podamos ver los milagros que a cada instante nos regala en nuestras vidas, obremos según sus deseos, perseverando en las obras de su santa Palabra, y por los méritos de la pasión de nuestro Señor Jesucristo podamos obtener un día el gozo del cielo.
Danos, Señor, la inquietud del corazón que busca tu rostro. Protégenos de la oscuridad del corazón que ve solamente la superficie de las cosas. Danos la sencillez y la pureza que nos permiten ver tu presencia en el mundo. Cuando no seamos capaces de cumplir grandes cosas, danos la fuerza de una bondad humilde. Graba tu rostro en nuestros corazones, para que así podamos encontrarte y mostrar al mundo tu imagen. Amén.