Oración a San Juan Bautista Rossi para pedir una gracia

San Juan Bautista Rossi, a quien se le conmemora el 23 de mayo, quedó prácticamente solo desde muy temprana edad, pues su padre y la mayor parte de sus hermanos fallecieron; sus propios parientes se encargaron de cuidarlo y brindarle todo lo que necesitaba para satisfacer sus necesidades, lo cual él se encargó de retribuir después, al hacer lo mismo con personas que requerían su ayuda.

De hecho, consagró su vida al sacramento de la confesión para que los más necesitados obtuvieran perdón y reflexión; es por esto que puedes solicitar tu intercesión con una oración especial dirigida a él, compartida por el portal ‘Santa Virgen María’, y pedir que se cumpla una gracia en tu vida con otra plegaria, compartida por ‘La Luz de María.

Oración a San Juan Bautista Rossi

Glorioso San Juan Bautista, tú que padeciste del sufrimiento del cuerpo, y no te dejaste vencer, porque confiaste plenamente en Dios, y te abandonaste en sus manos. Tú que así lleno de virtud, engrandeciste tu corazón y diste amor a los demás y obraste tantos milagros, te pedimos que intercedas ante Dios por nosotros para obtener la fuerza suficiente en el dolor, para que con nuestra mente y nuestro corazón nos dispongamos siempre con la gracia del Señor a hacer el bien como tú lo hiciste.

Y si es bueno para nuestra santidad, logra para nosotros la cura de nuestra alma y de nuestro cuerpo. Te lo pedimos confiados en que con tu amor tan grande a Jesús y el nuestro, podamos gozar de Él en el cielo. Amén.

Oración para pedir una gracia

Gloriosísimo San Juan Bautista, por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos; por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos, te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio y en particular te ruego me alcances la gracia que te pido en este día.

¡Oh, glorioso San Juan Bautista!, muévete a piedad de esta alma acongojada, que en ti puso sus esperanzas; líbrala, te ruego, de sus miserias. ¡Oh, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de mi Jesús para poder gozar de Él en el Cielo. Amén.