Oración a San Juan Nepomuceno contra las malas lenguas y los chismes

San Juan Nepomuceno, a quien se le conmemora el 16 de mayo, es considerado el patrón de los confesores, pues tuvo la oportunidad de salvar su vida, pero prefirió morir como mártir antes que contar lo que le habían dicho en secreto de confesión.

Y es que, fue el mismo rey de Praga, Wenceslao, quien ordenó que se le asesinara, todo esto tras llenarse de ira con dicho santo por varios motivos; uno de ellos fue el haberse negado a contarle lo que la reina le había confesado, creyendo que ese era su deber y que podría aprovechar su poder para conocer los más profundos secretos de su esposa.

Posteriormente, lo provocó mayor enojo cuando se opuso a que el rey se llevara las riquezas de un convento, las cuales quería regalar a un familiar, pues estaba claro que no podía apoderarse de esto y que dicho dinero pertenecía a la Iglesia. Fue así como lo torturaron y tiraron su cadáver al río Mondalva.

Lo que a muchos sorprendió 300 años después de su muerte fue que sacerdotes, médicos y especialistas encontraron la lengua de este santo, la cual permanecía gris y seca y comenzó a tomar la apariencia de la de una persona viva, justo frente a sus ojos. Por todo esto es que puedes solicitar la intercesión de este santo en casos de chismes, calumnias o malas lenguas, con una oración poderosa que hoy te enseñamos, compartida por el portal ‘Oraciones a los Santos’.

Oración contra malas lenguas y chismes

Protector y abogado San Juan Nepomuceno que, a pesar del tiempo trascurrido desde tu gloriosa muerte, no se ha conocido hasta ahora que quien, con verdadera confianza y esperanza, se acoge a tu santo y poderoso patrocinio haya quedado sin respuesta favorable en sus peticiones.

Son sin número, san Juan Nepomuceno, protector mío piadosísimo, las maravillas que ha hecho Dios, y sigue haciendo, por tu mediación en todo el mundo para el socorro de toda clase de necesidades. Confío que he de ser uno de los que con agradecimiento testimonien tus grandes misericordias con el favorable despacho de mis presentes ruegos.

Si por mi miseria no te pido debidamente las súplicas para que agraden a Dios, enderézalas tú, te lo ruego, intercediendo con nuestra poderosísima Madre, la Virgen María Santísima, que es el medio por donde todo nos viene de Dios, y la que por gracia tiene en su mano la Divina Omnipotencia, para que así sea otorgada mi demanda: (pedir lo que se quiere conseguir).

San Juan Nepomuceno, abogado del buen nombre y el honor, dígnate apartar de mí toda infamia y mentira, toda habladuría, mala lengua, difamación, falso testimonio, calumnia y humillación, toda intriga, deshonra, mala fama y confusión pública que por cualquiera parte me amenace, y concédeme que disfrutando yo de los honores y bienes de la tierra, no pierda los eternos que para sus escogidos tiene el Señor preparados en el Cielo. Amén.