Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Santa Rosa de Lima: oración para pedir un milagro de salud

Reza hoy a Santa Rosa de Lima para conseguir lo que tanto necesitas en cuestiones de salud; te compartimos una oración con la que puedes pedir que se te conceda un milagro.

Poderosa oración para pedir un milagro de salud: consigue lo que tanto necesitas. Foto: Shutterstock
Poderosa oración para pedir un milagro de salud: consigue lo que tanto necesitas. Foto: Shutterstock

Reza hoy a Santa Rosa de Lima para conseguir lo que tanto necesitas en cuestiones de salud; te compartimos una oración con la que puedes pedir que se te conceda un milagro.

Santa Rosa de Lima, bautizada con el nombre de Isabel Flores de Olivia, se entregó desde muy joven a la vida católica, ingresando a la Tercera Orden de los Dominicanos en Lima y dedicándose posteriormente al servicio de los demás; precisamente, al salir del convento, empleó todos sus esfuerzos en ayudar a los enfermos, educar a los niños y realizar obras caritativas.

De hecho, considerando que todo lo que hacía era insuficiente, pedía a Dios constantemente más pruebas y sufrimientos, y hasta se auto-castigaba, a la vez que realizaba oraciones y meditaba. Se dice que montó una enfermería en la que ayudaba a todo aquel que llegaba a solicitar su ayuda por problemas de salud.

Es por esta razón que hoy tú puedes encomendarte a ella y recibir también su apoyo, dedicándole una poderosa plegaria que hoy te enseñamos, compartida por el portal ‘Oraciones a los Santos’; con ella puedes solicitar que se te conceda un milagro, especialmente si tu petición está relacionada con temas de salud.

Oración para obtener un milagro

Oh gloriosa Rosa de Santa María, bendita virgen y mujer de alma pura, primera flor de santidad de América, grande en humildad y llena de caridad, insigne por la fragancia de tus virtudes que ardiste en amor a Jesús en la Eucaristía y sentiste profunda devoción hacia María Santísima, por favor, sé nuestra intercesora, aboga ante Ellos, tráenos los favores divinos y consíguenos lo que con total confianza solicitamos.

Santa Rosa de Lima, mujer llena de Dios con un corazón grande, limpio y generoso, que por tu gran amor hacia los hombres desde la Gloria nos envías tu poderoso auxilio, usa tu poder y compasión y atiende nuestros ruegos.

Entregada y fiel misionera que, con tus predicaciones, con tu oración y tus mortificaciones, lograste un sinfín de conversiones que propagaste el rosario con infatigable celo y fuiste compasiva con los necesitados y oprimidos, acuérdate de tus fieles devotos y ora por nosotros, sobre todo cuando veas que sufrimos y nos aflijan las penas, amarguras y pobrezas.

Llénanos de fortaleza, ilumina nuestras vidas y haz que no perdamos la esperanza. Bienaventurada Santa Rosa, dotada de brillantes cualidades y consagrada desde niña al Señor, por tu dedicación a Dios y al prójimo, por tu caridad, por tu dedicación al desvalido, escucha nuestras sinceras plegarias y aleja de nosotros los males que nos afligen, haz que recibamos copiosas bendiciones tanto espirituales como materiales.

Sabiendo que por tu mediación se han obrado miles de milagros a favor de los que te invocan acudo ante ti suplicante para solicitar tu poderosa ayuda en estos momentos de angustia y desesperación. Santa Rosa mira mis actuales infortunios y desdichas y consígueme del Altísimo esto que tanto necesito: (decir ahora lo que se quiere obtener).

Gracias, santa mía, sé que escuchas mis ruegos y, con presteza harás lo posible por favorecerme, por favor, pide a Jesús sea misericordioso conmigo y me cubra con sus favores, su auxilio y Gracia Divina, pide a la Virgen Santísima, Nuestra Señora y Madre, me guíe y acompañe en todo tiempo y lugar y que no deje de cuidarme con su maternal protección.

¡Oh amorosa Rosa de Santa María!, tú que escribiste libros de vida espiritual y divulgaste con ardor el amor a la oración, haz que oremos sinceramente y con más frecuencia, bendícenos y guíanos para que seamos fecundos en el servicio de dedicación y amor al prójimo y, de tu mano llévanos, encamínanos hacia el Cielo, donde cantemos contigo eternamente, la inmensa gloria de Jesucristo nuestro Redentor. Él, que Resucitado, está en las Alturas y vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.