Oración a San Juan Bautista para hacer un ruego desesperado

San Juan Bautista, hijo del sacerdote Zacarías y Santa Isabel, prima de la Virgen María, fue el encargado de preparar el camino de Dios, función que le fue destinada desde que se encontraba en el vientre; de hecho, su nacimiento fue un milagro, teniendo en cuenta que sus padres eran estériles, hasta que un ángel les anunció la llegada de este ser especial.

Además, cada 29 de agosto la Iglesia católica celebra su martirio, pues fue condenado a muerte luego de haber anunciado la verdad y denunciado todas aquellas acciones o prácticas del pueblo de Israel que eran contrarias a los designios de Dios, o que lograban ofenderlo.

En esta fecha especial puedes dedicar una oración especial a este santo, especialmente si te encuentras atravesando por una situación complicada o desesperada que requiere pronta ayuda; para ello, hoy te compartimos una poderosa oración para hacer tu ruego, publicada por el portal ‘Oraciones Mágicas’.

Oración para hacer un ruego desesperado

Antes que fuisteis nacido, ya fuisteis santificado, pues ya fuisteis visitado, Él te hizo su precursor como un profeta enviado, haz que nuestro ruego, san Juan, sea por Dios, escuchado Sagrado precursor de Cristo, que santificado en el vientre de vuestra santa madre, fuiste la admiración del mundo en el ejercicio de las virtudes y en los privilegios con que te enriqueció Dios.

Haz que nuestro ruego, san Juan, sea por Dios, escuchado. Ángel en la castidad, apóstol en el celo y predicación, y mártir en la constancia por reprender al incestuoso Herodes. Haz que nuestro ruego, san Juan, sea por Dios, escuchado.

Ofrecisteis la cabeza al cuchillo, y en las luces sobrenaturales de que te dotó el cielo; gran Profeta del que llegó a decir el mismo Cristo: "Entre los nacidos de las mujeres ninguno mayor que Juan Bautista". Suplica al Señor que me conceda esto que hoy desesperadamente preciso: (hacer la petición).

Haz que nuestro ruego, san Juan, sea por Dios, escuchado. Ruego también al Señor, que por tu penitencia me haga mortificado, por tu soledad, recogido, por tu silencio, callado, casto por tu virginidad, espiritual por tu contemplación, e invencible a mis pasiones por la victoria que tú alcanzaste de tus enemigos, para que logre verte en la patria eterna. Haz que nuestro ruego, san Juan, sea por Dios, escuchado Amén.