Santa Elena: oración de los tres clavos para desesperar y atraer a la persona que amas

Santa Elena, también conocida como Santa Elena de Constantinopla, fue emperatriz de Roma, pues era la madre del emperador Constantino, quien fue el encargado de darle la libertad al pueblo cristiano, luego de haber sufrido una cruel y larga persecución. Precisamente, ella también fue defensora de la fe cristiana.

De hecho, se entregó por completo a la santidad tras haber tenido que soportar humillaciones y una vida llena de penuria por cuenta de su esposo, su eterno amor no correspondido. Este hombre le demostraba que era feliz con otra mujer, incluso bajo su mismo techo, y la atormentaba al dejarle ver que no la quería.

Es por esta razón que se convirtió en un gran ejemplo para muchas personas que atraviesan por situaciones similares, para tener fortaleza, y hoy en día es conocida como santa patrona de los matrimonios con dificultades y los divorcios.

Es así como, si actualmente tienes problemas con tu pareja o la persona que te gusta, pero quieres evitar una separación definitiva y hacer que la llama vuelva a encenderse, puedes encomendarte a Santa Helena con una poderosa oración para desesperar y atraer al ser amado que hoy te enseñamos, compartida por el portal ‘Oraciones para limpias’.

Oración para desesperar y atraer

Gloriosa Santa Elena, Gloriosa Santa Elena, Gloriosa Santa Elena: A Jerusalén fuiste, tres clavos trajiste, el primero lo consagraste, y el martes a la mar lo echaste; el segundo se lo diste a tu hermano Cipriano, para que en batalla venciera de antemano.

Y el que todavía se encuentra en tu bendita palma, te lo pido prestado y no regalado, para clavarlo en el alma de: (decir el nombre de la persona que deseas desesperar), para que no me olvide, para hundírselo en su frente para que me tenga siempre presente, para enterrárselo en el corazón.

San Caralampio, atráelo hacia mí. Santa Elena, el clavo que te pido es para clavárselo en su mente, para que en mí piense siempre; que venga a mí, te suplico Santa Elena, que ni en cama se pueda acostar, ni con mujer alguna conversar, que como un perro rabioso me vuelva a buscar.

Santo Varón, te lo pido para que nunca me olvide por otra mujer. Jesús Nazareno, atráelo hacia mí. Santa Bárbara, que (repite el nombre de esa persona) nunca me olvide. San Antonio, que (repite el nombre de esa persona) cumpla su promesa o que lo devore el insomnio.

San Juan Bautista, santo antes de haber nacido, concédeme lo que te pido: que (repite el nombre de esa persona) me cumpla por la Santa Camisa que te pusieron de prisa. San Miguel, párate en él. San Cipriano, escúchame cuando te llamo. Santa Elena, mueve su corazón con tu varita de pena. Santa Elena, tráelo a mí, líbrame de esta condena. Así sea.