La leyenda de 'La bruja de El Cortijo', un ser mitológico aterrador residente en Engativá

Colombia es un país multicultural que aguarda infinidad de mitos y leyendas, entre los más conocidos están: La Muelona, El Hombre Caimán, La Patasola, La Llorona y La Mano Peluda, la mayoría de estos provienen de regiones apartadas.

Pero en Bogotá, específicamente en el corazón de la localidad de Engativá, en un barrio llamado El Cortijo, existe una leyenda que cuenta que en las noches se aparece una bruja que deambula por las calles y los conjuntos residenciales. 

Esta leyenda urbana no es muy conocida; sin embargo, dos jóvenes llamados Juan Martín Bocanegra y Juan Pablo García, integrantes del Colectivo Suaneme, se han encargado de recopilar testimonios para dar a conocer la historia a través de un libro ilustrado llamado precisamente ‘La Bruja del Cortijo’.

Cuentan los que han visto a esta mitológica mujer que su aspecto es aterrador. Tiene cabello largo de color negro y una mirada muy penetrante, además, se cree que cuenta con la habilidad de convertirse en un enorme perro negro o en una lechuza para desaparecer volando. 

Según lo relatado en un podcast de la Secretaría de Cultura de Bogotá, a este ser le gusta colocarse frente a las personas que se encuentran solas para jugar con ellas, pero si tratan de alcanzarla, intentará llevarlas adentro del bosque. Además, le gusta golpear en las ventanas de los apartamentos para llamar la atención. 

Todo esto ocurriría en medio de la ciudadela de Colsubsidio, en inmediaciones del puente que conecta ambos sectores de El Cortijo, tanto las quintas de Santa Bárbara, como el barrio popular. 

Son varias las personas que han asegurado encontrarse con este ser paranormal, quien los ha perseguido por la ciudadela causándoles gran temor. Los habitantes del sector cuentan que han visto y escuchado en la noche sombras que aparecen y desaparecen y ruidos que emergen sin razón. 

Hay quienes creen que esta mujer sería la representación de Huitaca, una figura catalogada como héroe, activa y líder, que se convertía en lechuza, símbolo de conocimiento y guardiana de Bachué y de la tradición.