Si eres amante del terror, no te puedes perder estos 5 destinos de turismo paranormal

Cientos de lugares alrededor del mundo han sido catalogados como misteriosos o embrujados por presentar mucha actividad paranormal. Aunque para muchos este tema es aterrador y prefieren evitarlo a toda costa, para otros es muy emocionante, intrigante y hasta fascinante.

Es por esto que cada día cobran mayor auge y relevancia los tours terroríficos o paranormales ideales para personas intrépidas amantes de lo desconocido. Si eres una de ellas, a continuación te compartimos un top 5 de lugares que puedes visitar para tener una buena dosis de adrenalina. 

Las catacumbas de París (Francia) 

Este misterioso lugar es uno de los cementerios más famosos de París. Se trata de una red de túneles y cavidades subterráneas ubicadas en lo que durante la época romana fueron minas de piedra caliza. Su misterio radica en la cantidad de restos humanos que fueron allí resguardados con el objetivo de evitar la propagación de enfermedades y epidemias. 

Museo de la brujería (España)

Este museo está alojado en el antiguo hospital de Zugarramurdi, en Navarra, España. Allí se abordan todas las cuestiones relacionadas con el mundo de la brujería y a la vez se retrata a la sociedad navarra del siglo XVII con sus mitos y leyendas. 

Barco Queen Mary (Estados Unidos)

Este enorme barco inglés construido durante el siglo XX y ha participado en muchos acontecimientos históricos pues en su época transportó a las tropas durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día es reconocido por ser cuna de diversos fenómenos sobrenaturales.

Isla de las muñecas (México)

Este misterioso lugar está ubicado en los canales de Xochimilco, al sur del centro de la Ciudad de México. La isla se caracteriza por estar llena de muñecas rotas y deterioradas de varios y estilos y colores distribuidas por toda la zona que le dan un aspecto muy tenebroso. 

Mansión Winchester (Estados Unidos)

Este lugar construido de estilo reina Ana-victoriano está ubicado en San José, California, Estados Unidos y fue la residencia de Sarah Winchester, una arquitecta que mantuvo en construcción la vivienda durante 38 años hasta su fallecimiento.