Vacunación infantil ha experimentado el mayor descenso en tres décadas

La vacunación es fundamental para prevenir enfermedades graves desde la infancia, también contribuye a la inmunidad colectiva y disminuye la carga en los sistemas de salud al reducir los costes médicos de visitas y hospitalizaciones. 

En la 22ª Semana de Vacunación en las Américas, SVA y la 13ª Semana Mundial de Inmunización, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca crear conciencia sobre esto promoviendo la campaña “Actúa ahora para proteger tu futuro. #Vacúnate”.

Anualmente, cerca de 40 países se unen a la conmemoración impartiendo conocimientos sobre la importancia de la inmunización y para promover la equidad en el acceso regular a los servicios de salud en personas indígenas, migrantes y población viviendo en franjas urbanas. 

Pese a la promoción de la vacunación, en las últimas tres décadas las cifras de vacunación han experimentado un declive, sobre todo en la población infantil. Esta situación representa un riesgo de salud para los infantes cuyo sistema inmunológico no se encuentra reforzado, aumentando las probabilidades de contraer enfermedades prevenibles.

Al respecto, el doctor Jorge La Rotta, Líder médico de la unidad de vacunas de Pfizer Colombia, señaló en un comunicado que “las vacunas han reducido notablemente la mortalidad infantil por enfermedades infecciosas, que, hace años, solían ser la causa de mortalidad de un tercio de los niños antes de que cumplieran los cinco años”, por lo que se hace necesario elevar la tasa de vacunación nuevamente. 

En Colombia, el esquema de vacunación está dirigido a todos los niños y niñas menores de 6 años, siendo uno de los más completos en la región de las Américas.

Entre las enfermedades que se pueden prevenir desde la infancia con las vacunas, según el Ministerio de Salud, están: poliomielitis, difteria, tétanos, tosferina, hepatitis, enfermedad diarreica producida por rotavirus, neumonías, meningitis, fiebre amarilla, sarampión, paperas e influenza estacional. 

Es importante resaltar que esta medida de protección no solo salva vidas, sino que también puede generar beneficios económicos significativos al evitar gastos sanitarios para las familias y reducir la pérdida de productividad tanto para aquellos que podrían enfermar como para los cuidadores.