Regulan el uso de los cigarrillos electrónicos en Colombia: conoce los riesgos de esta práctica

En los últimos años, la industria de los productos de consumo recreativo con sustancias como el tabaco ha crecido considerablemente, fomentando el desarrollo de nuevas alternativas “menos nocivas para la salud”. En respuesta a ello se crearon los vapeadores, que en un principio prometían ser inofensivos y no causar consecuencias a largo plazo. 

Pese a que dichos elementos fueron creados bajo la premisa de no tener efectos negativos para la salud, recientes investigaciones han descubierto algunos peligros del consumo excesivo de las sustancias contenidas en estos.

Gracias a que los cigarrillos electrónicos se venden con la promesa de ser menos tóxicos para el organismo, hoy en día uno de cada cinco estudiantes en Colombia ya habrían probado el vapeo, esto representa al 22,7% de los jóvenes de 12 a 17 años, según el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en población escolar, del Ministerio de Justicia.

Para controlar dicha situación, está semana el gobierno de nacional tomó una decisión trascendental para la salud pública: prohibió el uso de cigarrillos electrónicos en espacios públicos como colegios, bares y restaurantes, todo con el fin de proteger a la comunidad de los efectos nocivos de este humo. 

El congreso de la república incluyó estos elementos en la Ley 1335 de 2009, conocida como la Ley Antitabaco, que fue creada con la intención de regular el consumo de tabaco y proteger la salud pública. 

Con esta modificación de la legislación, las personas ya no podrán consumir este tipo de sustancias en lugares cerrados y de acceso público. De ahora en adelante, los cigarrillos electrónicos o vapeadores contarán con las mismas restricciones que los cigarrillos tradicionales.

¿Por qué son tan peligrosos los vapeadores?

El tabaco contiene una variedad de compuestos químicos tóxicos como el alquitrán y el monóxido de carbono que están relacionados con un mayor riesgo de sufrir enfermedades pulmonares, cardiovasculares y cáncer, por ello, se han buscado sustitutos, pero al parecer no se ha conseguido uno que sea completamente seguro. 

Los vapeadores calientan un líquido y producen una mezcla de partículas de aire saborizadas que algunas personas inhalan para sustituir los cigarrillos convencionales; no obstante, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), algunos de los ingredientes contenidos en el aerosol de los cigarrillos electrónicos podrían ser dañinos para los pulmones a largo plazo.

Esto se debería a que muchos de los saborizantes utilizados pueden ser seguros para comer, pero no para inhalar porque el aparato digestivo tiene la capacidad de procesar más sustancias que los pulmones.

Según una investigación publicada en la revista Tobacco Control denominada ‘Cigarrillos electrónicos: una revisión científica’, este tipo de dispositivos contienen sustancias químicas potencialmente peligrosas, y aunque están presentes en cantidades menores que en el tabaco convencional, podrían representar un riesgo para la salud.