Impacto del tabaco en la vida sexual: Hay sorprendentes hallazgos científicos

El hábito de fumar, arraigado en numerosos momentos placenteros de la vida cotidiana, ha enfrentado diversos desafíos a lo largo de la historia, especialmente en las últimas décadas debido a campañas de concientización y prohibiciones en lugares públicos. Sin embargo, su impacto va más allá de los riesgos cardiovasculares, afectando también la función sexual tanto en hombres como en mujeres.

En el caso de los hombres, estudios recientes han revelado una clara asociación entre el tabaquismo y la disfunción eréctil. Aquellos que fuman más de 20 cigarrillos al día tienen un 60% más de riesgo de sufrir este problema en comparación con los no fumadores.

Afortunadamente, dejar de fumar puede mejorar significativamente la función eréctil, como demostró un estudio prospectivo que encontró una mejora del 25% en la disfunción eréctil un año después de abandonar el hábito.

En el caso de las mujeres, el tabaquismo también puede afectar la excitación sexual al reducir el flujo sanguíneo a los genitales, lo que puede disminuir la lubricación vaginal. Estudios han demostrado que la nicotina puede reducir la excitación sexual fisiológica en mujeres, lo que afecta la lubricación y la respuesta sexual.

Además de afectar la función sexual, el tabaquismo también tiene un impacto negativo en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres, al disminuir la calidad y cantidad de espermatozoides, así como el número de óvulos y acelerar la menopausia.

Además de los problemas físicos, el tabaquismo puede afectar las relaciones interpersonales, especialmente cuando una pareja fuma y la otra no. Esto puede generar tensiones y conflictos en la convivencia, ya que el no fumador puede sentirse impotente y preocupado por los efectos del tabaquismo en la salud de su pareja.

En última instancia, el tabaquismo no solo representa un riesgo para la salud individual, sino que también puede afectar la calidad de las relaciones personales y la vida en pareja.