Olor corporal desagradable: ¿cuándo acudir al médico?

Los olores corporales hacen parte de la naturaleza humana, pero son más que una simple característica personal. De acuerdo con especialistas, pueden ser un reflejo de nuestro estado de salud. 

Pese a que todos tenemos un aroma natural característico, algunos cambios en nuestro olor pueden ser indicativos de que algo no está funcionando bien nuestro organismo. De hecho, según los Instintos Nacionales de Salud de Estados Unidos (INS), existen algunas patologías que huelen. 

Cuando existen cambios en nuestro hedor puede haber muchas razones detrás, entre estas: deficiencias nutricionales, problemas hormonales, infecciones o algunas enfermedades. Aprender a reconocer estas señales es clave para prevenir afecciones graves y mantener una buena salud. 

Uno de los olores corporales que indica que algo no está bien en el cuerpo es el mal aliento. Si a pesar de tener una buena higiene bucal no desaparece el mal olor, es fundamental acudir con un especialista.

“Si su aliento no mejora al cepillarse los dientes o usar enjuague bucal, puede ser una señal de otro problema. Con el tiempo, las bacterias pueden causar caries y enfermedad periodontal. Las caries y la enfermedad periodontal no huelen bien. Ambas requieren una visita al dentista para recibir tratamiento”, explican los INS.

Por otro lado, el mal olor del sudor también puede significar un problema de salud, ya que los compuestos que se transportan a través de la sangre también se pueden liberar a través de las glándulas sudoríparas.

Cuando existe un fuerte hedor en zonas como las axilas o los pies a pesar del uso de productos desodorantes, es señal de que existe alguna patología o afección. De acuerdo con expertos del Manual MSD, la hiperhidrosis puede ser una de las causas. 

De acuerdo con Kenny Chan, farmacéutico principal de servicios de información de Numark, en entrevista con el periódico The Scottish Sun, se debe acudir al médico cuando existan cambios repentinos e inexplicables en el olor corporal. 

“Cuando se trata de un mal olor persistente, si las buenas prácticas de higiene no resuelven el problema, podría deberse a una infección u otra condición médica”, indica el experto. “Si nota sudoración excesiva junto con un cambio en el olor, podría deberse a hiperhidrosis o a un problema de tiroides”, añade.