Esta es la razón por la que no debes comer tu comida si una mosca se ha parado en ella

Las moscas son insectos aparentemente inofensivos; sin embargo, pueden representar un riesgo para la salud pública. Según expertos en seguridad alimentaria del portal Salinas, “una sola mosca puede transmitir más de cien enfermedades”, lo que es un peligro para el bienestar humano. 

Debido a su naturaleza carroñera, las moscas son insalubres, ya que normalmente se alimentan de cosas como cadáveres de animales, basuras y excrementos. Aunque esto nos pueda parecer asqueroso, la realidad es que esa es su función dentro del ecosistema. 

Algunas de las enfermedades más graves que pueden transmitir estos insectos son: la salmonella, la fiebre tifoidea, la disentería de bacilos, la cólera, la tuberculosis, el ántrax, el tifus, la miasis y gusanos parásitos.

El principal peligro de las moscas radica en que después de haber estado en contacto con bacterias y microorganismos contaminantes pueden pararse en nuestra comida y transmitírnoslos fácilmente. “Las moscas son hasta dos veces más sucias que las cucarachas y, por tanto, transmiten más patógenos”, explica Ron Harrison, entomólogo y director de servicios de Orkin.

“El problema es cuando los microbios que transportan las moscas entran en contacto con alimentos no cocinados y se dejan en condiciones favorables al crecimiento de bacterias, por ejemplo, fuera de la nevera”, apunta el zoólogo y profesor de Biología Ambiental y Biodiversidad de la Universidad de Navarra, Enrique Baquero.

No obstante, no todas las moscas son tan peligrosas, y tampoco todos los alimentos presentan el mismo riesgo de contaminación. Diversos factores inciden en la posibilidad de que una mosca pueda causarnos enfermedades, tales como el tipo específico de mosca, el tipo de alimento, el tiempo que la mosca ha estado en contacto con la comida, la temperatura ambiente y nuestro estado de salud.

Las moscas a las que mayor importancia se les debe prestar en cuanto a este tema son a las domésticas, ya que estas suelen alimentarse de materia orgánica en descomposición, ya sea basura, heces o cadáveres y tras esto pueden posarse sobre nuestra comida y dejar allí sus excrementos y sus huevos. 

Otro de los peligros latentes de que las moscas se paren en nuestra comida es la forma en que estas la consumen, ya que no tienen la capacidad de masticar y para disolver los alimentos vomitan un ácido rico en saliva que la disuelve para posteriormente succionarla. 

La mejor forma de evitar que las moscas contaminar nuestra comida es sacar la basura a diario, no dejar carne cruda fuera de la nevera y prohibir la entrada de mascotas a la cocina. Los expertos en salud aconsejan lavar el piso de la cocina todos los días y los platos antes dormir para evitar los focos de infección que atraen a las moscas.