¿Qué pasó con Ardi Rizal? La historia del bebé que fumaba 40 cigarrillos al día

A pesar de las constantes advertencias de los profesionales de la salud sobre las consecuencias que se pueden reflejar en el organismo por la nicotina, cada vez son más los jóvenes que caen en este tipo de hábito, llevándolo incluso al exceso; no obstante, para muchos resulta increíble creer que hasta un bebé sea capaz de tener esta adicción, hecho que es una realidad y quedó en evidencia con el caso de Ardi Rizal.

Siendo tan solo un bebé, más específicamente con 18 meses de nacido, este niño de Indonesia fue conocido mundialmente, luego de que se hiciera viral en redes sociales en el año 2010 un video en el que se le ve montando un triciclo, con pañal, pero con un indignante y sorprendente detalle adicional: un cigarrillo en su boca.

Por supuesto, su historia también encendió las alarmas y se emprendió una lucha por parte de las autoridades sanitarias y el gobierno indonesio para sanar a Ardi y a otros niños con estas adicciones tempranas, a través de un programa de rehabilitación; y es que, la condición de este pequeño generaba todo tipo de preocupación, teniendo en cuenta que, además del tabaquismo, también sufría de sobrepeso, lo que disminuía cada vez más su esperanza de vida.

Y aunque en un principio las críticas y señalamientos fueron en contra de la madre, investigaciones apuntaron a que era el padre quien facilitaba los cigarrillos al menor; precisamente, por haberse convertido en un caso de conocimiento público, la familia sufrió todo tipo de complicaciones y situaciones desafortunadas, motivo por el cual la madre explicó por qué se trataba de un hecho difícil de manejar.

Tal como lo dio a conocer al portal Daily Mail, Ardi Rizal llegó a robar cigarrillos en la plaza de la aldea Teluk Kemang para satisfacer sus deseos de fumar, y quitárselos no era nada sencillo teniendo en cuenta que se auto-lesionaba cuando esto sucedía, pues su adicción ya era muy avanzada; “es totalmente adicto. Si no consigue cigarrillos, se enfada y grita y se golpea la cabeza contra la pared. Me dice que se siente mareado y enfermo” contó la mujer en aquel momento.

Este niño fue sometido a un largo tratamiento con terapias semanales para hacer que dejara el cigarrillo, sin embargo, fue un proceso difícil para él, considerando que la ansiedad que le producía el no fumar hizo que se refugiara en la comida y aumentara mucho más de peso; “el niño pudo dejar el cigarrillo, pero empezó a comer compulsiva y desaforadamente”, relatan sus padres al mismo medio.

12 años después, este chico ha sorprendido con su apariencia actual, cursa la primaria como cualquier otro niño de su edad, logró superar su adicción y sigue una estricta dieta a base de pescado y verduras para tener un peso saludable y no volver a recaer; además, se ha convertido en una figura inspiradora pues cuenta en todo tipo de entrevistas con medios internacionales lo difícil que es dejar el cigarrillo y su deseo de convertirse en un ejemplo a seguir para que pequeños y jóvenes no caigan en ello.