Demencia: las actividades que reducen el riesgo de padecer esta enfermedad
En todo el mundo, alrededor de 55 millones de personas sufren de algún tipo de demencia.
En todo el mundo, alrededor de 55 millones de personas sufren de algún tipo de demencia.
La demencia es definida por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus como “una pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades”. Esta afección puede influir en el desarrollo de una o más funciones cerebrales como la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio o el comportamiento.
Los expertos explican que esta afección suele aparecer en la vejez, es decir, que la mayoría de los pacientes la desarrollan después de los 60 años. Sin embargo, hay algunos factores que pueden hacer que surja antes como: un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral, la esclerosis múltiple, el Párkinson, un tumor, niveles bajos de vitamina B12, consumo excesivo de alcohol, entre muchos otros.
Adicionalmente, los especialistas señalan que los síntomas de la demencia abarcan dificultad con muchas áreas de la función mental. Las más comunes son: el comportamiento emocional o la personalidad, el lenguaje, la memoria, la percepción y el pensamiento y el juicio.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, más del 60% de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos”.
Según la misma entidad, la demencia es la séptima causa de defunción y una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas de edad en el mundo entero, siendo la enfermedad de Alzheimer la forma más común de esta enfermedad, representando entre un 60% y un 70% de los casos.
“La demencia tiene consecuencias físicas, psicológicas, sociales y económicas, no solo para las personas que viven con la enfermedad, sino también para sus cuidadores, las familias y la sociedad en general. A menudo hay una falta de concienciación y de comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para el diagnóstico y la atención”, indica.
Aunque la demencia no se puede prevenir, existen algunos hábitos que podemos implementar en nuestra rutina diaria para evitar el deterioro cognitivo temprano. Según un estudio publicado en la revista científica JAMA Network, hay una relación entre algunas actividades de estimulación cognitiva y la reducción del riesgo de padecer demencia.
Dicha investigación se llevó a cabo analizando información obtenida a través de un estudio longitudinal realizado a más de 10.000 adultos mayores sanos de más de 70 años en Australia, entre 2010 y 2020. Gracias a esto se llegó a la conclusión de que quienes realizaban mayores actividades de alfabetización, como jugar cartas, ajedrez o hacer crucigramas, tendrían una reducción del 11% en las probabilidades de padecer demencia.
Según el estudio, otras actividades artísticas como la pintura, las artesanías, la carpintería o el dibujo, también contribuyen con la reducción de probabilidades de desarrollar la enfermedad.