Enfermedad hepática: mujer suspendió su luna de miel por molestos síntomas y recibió diagnóstico devastador
La joven comenzó a sentir molestias durante su luna de miel que la obligaron a acudir al médico. El diagnóstico fue “devastador”.
La joven comenzó a sentir molestias durante su luna de miel que la obligaron a acudir al médico. El diagnóstico fue “devastador”.
Esta semana se hizo viral la historia de una mujer cuya luna de miel tuvo que ser suspendida luego de que comenzara a presentar molestos síntomas, entre estos una picazón extrema en sus manos y pies.
Se trata de Flo Moffat-Charles, originaria de Kendal en Cumbria, Reino Unido, quien compartió su testimonio con el ‘Daily Mail’, para concientizar a las personas sobre la enfermedad que los médicos le diagnosticaron recientemente.
Según indicó Flo Moffat-Charles en entrevista para el medio citado, su luna de miel transcurría con normalidad, cuando de repente comenzó a experimentar fatiga extrema, náuseas y una comezón crónica que afectaba sus extremidades, síntomas que la obligaron a regresar a casa para hacerse chequeos médicos.
Al acudir con un especialista y luego de varias semanas de exámenes, los médicos determinaron que estaba sufriendo de una enfermedad hepatica incurable conocida como colangitis esclerosante primaria.
La colangitis esclerosante primaria es definida por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos NIDDK como “una enfermedad hepática crónica en la que los conductos biliares dentro y fuera del hígado se inflaman y cicatrizan, y finalmente se estrechan o bloquean. Cuando esto sucede, la bilis se acumula en el hígado y causa más daño hepático”.
Lo preocupante es que esta enfermedad no tiene cura, pues es muy inusual. Adicionalmente, los especialistas determinaron que Flo padece además hepatitis autoinmune, causada por el ataque por error del sistema inmunológico a las células sanas del hígado.
Pese a su situación médica, esta mujer se ha mostrado muy positiva y valiente. No obstante, comentó que ahora su vida gira en torno a múltiples medicamentos. Tiene que tomar 13 pastillas al día de por vida para mantenerse estable.
“Durante un tiempo me daba mucho miedo pensar en algo a largo plazo porque de repente parecía que muchas decisiones estaban fuera de nuestras manos", dijo. "En aquel momento era algo que lo consumía todo. Era en lo que pensábamos todos los días. Sentía que mis pies, mis manos y mis piernas estaban en llamas", agregó.
Pese a las dificultades, la joven de 29 años ha tenido que aprender a convivir con la enfermedad y sus síntomas que pueden llegar a ser desesperantes, sobre todo la picazón. “Todavía lucho mucho con algunos de los síntomas. La picazón aparece y desaparece, pero no se acerca a lo que era antes. Ahora es un nivel aceptable de picazón básica”, concluyó.