Por: María Andrea Suárez • Colombia.com

Funerarias estarían haciendo negocio para que estudiantes ensayen con cuerpos

La revista Semana indicó que algunas funerarias usan los cadáveres para que estudiantes de criminalística practiquen necropsias.

Denuncia que funerarias estarían ofreciendo servicios a estudiantes de criminalística. Foto: Pixabay
Denuncia que funerarias estarían ofreciendo servicios a estudiantes de criminalística. Foto: Pixabay

La revista Semana indicó que algunas funerarias usan los cadáveres para que estudiantes de criminalística practiquen necropsias.

Una denuncia publicada por la revista Semana ha generado indignación en cientos de personas pues, según afirma ese medio de comunicación, funerarias estarían irrespetando los cadáveres para que estudiantes de criminalística u otras ramas ensayen con ellos. 

Estas declaraciones son especialmente delicadas teniendo en cuenta el dolor de las familias de estas personas, pues en cuestión de horas dejarán de compartir este espacio terrenal con su ser querido fallecido. 

Una de las estudiantes, que dice haber pagado $170.000 por día de diplomado en tanatopraxia y disección de cuerpos, señala que la escena era escalofriante. “Eso era una carnicería”, afirmó. Al parecer, estos jóvenes también estarían tomándose fotografías y videos con los muertos, para después subirlas en las redes sociales. 

En las imágenes, se ve a estos estudiantes jugando con las prótesis mamarias de uno de los cadáveres y posando junto con mujeres que fallecieron en estado de gestión. Estas actividades “académicas” se estarían realizando en total clandestinidad y de manera irresponsable. 

De acuerdo con la información entregada por Semana, estas instituciones ofrecieron clases presenciales, incluso en medio de los picos más altos de la pandemia y no cumplen con los protocolos de bioseguridad como guantes o tapabocas a la hora de manipular los cuerpos. 

Además, ese medio de comunicación también asegura que, durante las convocatorias para realizar dichos “cursos”, los organizadores jamás entregan información como direcciones, nombres o demás datos, sino hasta poco antes de comenzar estas actividades. La mayoría de veces se habrían desarrollado en las funerarias Tequendama y Gámez, en el sur de Bogotá. 

Según asistentes a los eventos, las instituciones les pedían entrar uno por uno para no generar sospechas en los familiares de los fallecidos y, en algunos casos, los obligaban a dejar los celulares en una tula antes de entrar a los “cursos”. 

De hecho, una denuncia anónima en la Fiscalía involucra a varios institutos de criminalística, entre ellos Forensic Science Training, en el que trabaja Fernanda Ramírez, quien ofrecía $25.000 por cada estudiante. 

Una de las administradoras de la Funeraria Tequendama, quien es consciente de que estas prácticas se realizan sin consentimiento de los familiares, afirmó que “los cursos se hacían los fines de semana y por cada día me quedaban libres 200.000 pesos, más o menos” y agregó que esto se viene llevando a cabo desde hace dos décadas. 

Semana indicó que Ramírez niega estas actividades pese a las pruebas que están analizando las autoridades y agregó que la Secretaría de Salud de Bogotá ya tiene la información de las funerarias que se estarían prestando para estas irregularidades. 

No obstante, el caso queda en manos de la Fiscalía General de la Nación, entidad que definirá si se cometieron o no actos ilegales que puedan configurar el delito de irrespeto a cadáver, visto que estas practicas se estarían realizando sin el permiso de los seres queridos del fallecido.