España se quedó con el triunfo frente a Italia, en la otra semifinal de Nations League

Españoles e italianos se encontraron por la otra parte del cuadro de la Liga de las Naciones de la Uefa, para competir por el cupo pendiente a la final del campeonato, en el que ya se instaló Croacia, luego de vencer categóricamente a la selección de los Países bajos, por marcador de 4 a 2. Esta tarde de jueves, el escenario fue el Grolsch – Veste, casa del FC Twente, para definir el otro finalista del nuevo torneo aprobado por la confederación europea.

Allí, diferente a lo hecho por este seleccionado español en los últimos años, empezó anotando muy temprano en el partido, tras un grosero error en la salida del conjunto italiano y que termina convirtiéndose en gol gracias a Yeremy Pino y la asistencia de Gavi, cuando el cronómetro apenas marcaba 3 minutos.

Los italianos recibieron el golpe y lo acataron, volviéndose contra la portería de Unai Simón, apenas al haber encajado la anotación. El premio llegaría rápidamente, 8 minutos después, luego de una mano en el área que el central, con ayuda del videoarbitraje, señaló como penalti. El encargado de cobrar fue Ciro Immobile, quien supo engañar a Simón y decretó el empate temporal.

Los dirigidos por Roberto Mancini siguieron cargando y habrían podido irse al descanso arriba en el marcador, sino hubiera sido por el VAR, que señaló un ajustado fuera de lugar que acalló el grito de gol de Davide Fratessi, que hubiese puesto las cosas 2 por 1. Con el marcador empatado a un gol terminó la primera parte y los equipos se retiraron a los vestuarios. El inicio del segundo capítulo trajo consigo a un Italia que buscaba instalarse en la final, aunque no lograba concretar ninguna posibilidad.

Con el paso del tiempo, las posibilidades de alargue aumentaban, dado que ninguno de los equipos encontraba la fórmula para vulnerar la portería rival. Así llegamos a los últimos minutos, donde España parecía despertar y, tras un error en la contención de un balón, que termina filtrándose y quedando en los pies de Joselu, que solo tuvo que desviarla para marcar el segundo del partido.

De ahí en adelante, el cuadro ibérico no tuvo que hacer nada más que administrar el resultado y manejar el balón. El reloj corrió muy rápido para los cientos de hinchas italianos que llegaron hasta suelo neerlandés para la semifinal; pero horriblemente lento para los hinchas de la Furia que permanecían en el mismo espacio. Al final, Slavko Vincik, el juez del encuentro señaló el círculo central y detuvo el rodar del balón, dándole la clasificación al seleccionado español.