Una nebulosa estelar da la apariencia de un gato que sonríe

Una impresionante imagen de una nube de materia en tonos rojizos y anaranjados que se asemeja a la cara de un felino ha sido publicada por el Observatorio Paranal, que se encuentra en el desierto de Atacama en Chile. Esta área del espacio, también llamada informalmente Nebulosa del Gato que Ríe, está a 15.000 años luz de distancia de la Tierra y se puede encontrar en la constelación de Monoceros. Su alta concentración de materia y gas, que eventualmente dará lugar al nacimiento de nuevas estrellas, lo cataloga como un "vivero estelar" según los científicos.

El VLT Survey Telescope, un equipo propiedad del Observatorio Europeo Austral (ESO), tomó la fotografía; Este telescopio de 2,6 metros de diámetro puede rastrear una variedad de longitudes de onda, como el espectro infrarrojo cercano, la luz visible y la luz ultravioleta.

Su ubicación ideal en el hemisferio sur del planeta le permite tomar fotografías precisas de pequeñas áreas del cielo en momentos determinados, y su constante operación ayuda a continuar con el mapeo de nuestra galaxia.

Los tonos rojos de la Nebulosa del Gato Sonriente son totalmente "naturales", en contraste con otras fotografías de nebulosas que se han teñido digitalmente para facilitar la comprensión. Las estrellas jóvenes en su interior liberan una luz de tal potencia que ioniza el gas de hidrógeno que forma la nube, dándole los tonos naranja y rojo brillantes que vemos en el espacio.

Hay una justificación científica para la forma inusual de gato de la nebulosa, por ejemplo, la "nariz" y los pilares que sostienen la cara de este gato cósmico se crearon como resultado de colisiones entre cúmulos de materia con varias densidades, según los científicos de ESO. El núcleo de la nebulosa queda vacío como resultado de los vientos producidos por el cúmulo estelar principal que expulsan el gas y el polvo de la nebulosa, sin embargo, se produce una resistencia adicional cuando estos vientos entran en contacto con bolsas de material más denso, lo que conduce a la creación de pilares que apuntan hacia el núcleo de la nebulosa.

“Las estrellas se forman cuando las nubes de gas y polvo colapsan por su propia gravedad, pero los detalles de cómo sucede esto no se comprenden completamente. ¿Cuántas estrellas nacen de una nube? ¿Qué tan masivos son? ¿Cuántas estrellas tendrán también planetas? Para responder esas preguntas, estudiamos el espacio en el Observatorio Paranal, en Chile” explicó el observatorio.

ESO todavía está investigando y mapeando los objetos espaciales que se ven en el cielo nocturno del hemisferio sur. Los astrónomos se han concentrado en investigar los orígenes de las estrellas en los últimos meses en un esfuerzo por abordar las numerosas preguntas sin respuesta que la comunidad científica continúa planteando.