Incendios forestales: ¿Cómo cuidar su salud ante la mala calidad del aire en Bogotá?

El pasado lunes se presentaron tres fuertes conflagraciones en los cerros orientales ubicados en las localidades de Chapinero, Usme y Ciudad Bolívar, en la capital del país, las cuales hasta el momento no han podido ser controladas en su totalidad. 

En las zonas de emergencia hacen presencia miembros del cuerpo de Bomberos de Bogotá, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, la Defensa Civil y la Fuerza Aérea Colombiana, con más de 165 personas en operación para apagar las llamas.

Como consecuencia de los incendios, varias personas han reportado afectaciones en la calidad del aire en algunos sectores de la ciudad de Bogotá. La Secretaría de Ambiente de la capital confirmó en la tarde del pasado lunes que efectivamente hay un deterioro en la calidad del aire y un aumento del material particulado en las estaciones de monitoreo de la Séptima, del ministerio de Ambiente, de Usaquén y Usme.

De acuerdo con el concejal del Nuevo Liberalismo, David Saavedra, la población más vulnerable a la contaminación atmosférica en Bogotá son los niños de 0 a 5 años, seguida de la población mayor de 30 años.

En la ciudad, el material particulado inhalado actualmente tiene un tamaño inferior a 2.5 micras, señalado por expertos como el contaminante más significativo y crítico. Este factor ha resultado en un considerable número de enfermedades y ha ocasionado la emisión de alertas en toda la ciudad.

El material articulado presente en el aire puede causar problemas de salud, por lo que la entidad ha emitido algunas recomendaciones que los ciudadanos deben tener en cuenta para evitar enfermedades. 

• Evita acercarte a las áreas donde se registraron los incendios para evitar la inhalación directa del humo. Si te encuentras en la zona de influencia de las conflagraciones, cubre tu nariz y boca con tapabocas o un pañuelo húmedo como medida de prevención.
• Si te encuentras cerca de una fuente de humo, hollín o material particulado, evita mantener abiertas ventanas y puertas; además, cubre las rendijas de ventilación con trapos húmedos. Limpia las superficies y pisos de la vivienda utilizando paños o trapos humedecidos con agua para evitar que se levante el polvo.
• Identifica y haz seguimiento a las personas con mayor vulnerabilidad, como niños y niñas, personas mayores, embarazadas y personas con enfermedades pulmonares como asma o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), especialmente aquellas dependientes de oxígeno. 
• Evalúa la posibilidad de trasladarlos a zonas no afectadas.
• Se recomienda limitar los esfuerzos y la actividad física intensa al aire libre a las siguientes personas sensibles: niños y niñas menores de 5 años, gestantes, personas mayores (a partir de 60 años) y personas con enfermedades como EPOC, asma, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
• Las personas con enfermedades crónicas deben mantener los tratamientos prescritos.