Decisión presidencial: Gustavo Petro define un aumento del 12% en el salario mínimo para el próximo año

Después de más de un mes de intensas discusiones, finalmente se reveló en Colombia el incremento del salario mínimo para el año 2024. La dificultad de alcanzar un acuerdo llevó al presidente Petro a fijar el aumento por decreto, marcando la primera vez que el Gobierno debe tomar esta decisión de manera unilateral.

El presidente Petro se enfrentó a la difícil tarea de definir por decreto el aumento del salario mínimo para el próximo año, ya que las partes involucradas no lograron llegar a un acuerdo en las negociaciones. Este aumento es crucial para garantizar que los trabajadores con las remuneraciones más bajas no se vean afectados negativamente por la inflación y los altos precios de alimentos y bienes esenciales.

En comparación con los últimos dos aumentos, que fueron los más altos de la última década, el Gobierno de Duque incrementó el salario en 2022 en un 10 %, elevándolo a $1.000.000, mientras que el Gobierno de Petro aumentó aún más, en un 16 %, llevándolo a la cifra final de $1.160.000.

Para el año 2024, el Gobierno nacional ha decidido un aumento del 12 %, lo que implica un incremento de $140.000 adicionales. Los trabajadores pasarán de ganar $1.160.000 a devengar una suma de $1.300.000. El auxilio de transporte, que ayuda a los trabajadores a cubrir este gasto, se establecerá en $162.000, elevando el total que un trabajador recibirá en 2024 a $1.462.000.

El ajuste del salario mínimo se realiza teniendo en cuenta la inflación, ya que un aumento excesivo podría presionar otros aspectos de la economía, como las cuotas moderadoras de EPS, los arriendos y el Soat, contribuyendo así a un aumento general de la inflación.

Es importante destacar que el nuevo salario mínimo también impactará otros rubros que se definen en relación con este incremento. El copago de los usuarios de las EPS, los pasajes de transporte público, las multas de tránsito y las cuotas de administración en algunos edificios o copropiedades son algunos ejemplos. Sin embargo, la decisión de ajustar estas cuotas no es obligatoria y queda a discreción de cada copropiedad. La medida busca equilibrar la necesidad de los trabajadores con la estabilidad económica del país en un contexto de desafíos inflacionarios.