Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Denuncian que un detenido en Irán fue ahorcado a pesar de que ya se encontraba muerto

Nematullah Baraui, hombre condenado por delitos de drogas en Irán murió antes de su ejecución en la horca, sin embargo, su ahorcamiento se produjo para evitar problemas a los guardias.

Ebrahim Raisi, presidente de Irán, tiene un perfil ultraconservador y maneja la ley con mano dura. Foto: Youtube
Ebrahim Raisi, presidente de Irán, tiene un perfil ultraconservador y maneja la ley con mano dura. Foto: Youtube

Nematullah Baraui, hombre condenado por delitos de drogas en Irán murió antes de su ejecución en la horca, sin embargo, su ahorcamiento se produjo para evitar problemas a los guardias.

Irán, nación islámica del continente asiático es uno de los países que aún tiene a la horca como una de sus principales penas, una forma de ejecución que ha sido abolida en muchos países del mundo, sin embargo, y aunque mucho se haya rechazado, sigue siendo una de las condenas en los países de fe musulmana.

En un caso insólito, un hombre que ya se encontraba muerto fue ahorcado en Irán, según las informaciones suministradas por la onegé con sede en Noruega, Iran Human Rigths, Nematullah Baraui, un ciudadano iraní, se encontraba condenado a la horca por crímenes relacionados con el delito de drogas, un asunto estrictamente castigado en la nación musulmana, que por estos días ha padecido la represión policial a las manifestaciones en contra del abuso de las autoridades.

Nematullah Baraui se encontraba detenido en la prisión de Zahedán en la región de Sistán-Baluchistán en el sureste del país y sería ejecutado en la horca junto con otro hombre que también se encontraba acusado por delitos de drogas, pero durante un altercado con los guardias, Baraui falleció.

La oenegé indicó que para ahorrarle problemas a los guardias que tuvieron los inconvenientes con Baraui se realizó la ejecución en la que el cuerpo inerte del sindicado fue ahorcado.

Halvash, portal que informa sobre la realidad en la región de Sistán-Baluchistán y que pertenece a la etnia sunita, una de las familias musulmanas en las que se ha dividido el Islam y que ha tenido serios enfrentamientos con sus contrarios, indicó que el detenido, quien llevaba varios años en esa condición, opuso resistencia a los guardias que lo llevaban a la ejecución y recibió una herida mortal en el cuello con un objeto punzocortante.

Nematullah Baraui murió, pero eso no impidió que fuese ahorcado, porque su cuerpo fue puesto en el cadalso como si se encontrara vivo y la ejecución formal se realizó, pero las autoridades iraníes, contrariamente a lo que suelen hacer, no informó sobre el asunto.

Se dice que Baraui tenía tres hijas a las que había dejado de ver hacía varios años, y se convirtió en otra víctima más de las penas capitales en Irán, la segunda nación en el mundo con mayores penas de muerte consumadas en el mundo después de China.

Diferentes organizaciones de derechos humanos abogan porque en Irán se detengan las ejecuciones de muerte, sin embargo, los esfuerzos no han dado frutos y las penas son bastante drásticas en la nación musulmana de 85 millones de habitantes.