Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Doce mujeres fallecieron en una mina ilegal de oro en Indonesia

Las edades de las víctimas se encontraban entre los 30 y los 55 años y sus cuerpos fueron encontrados en un hoyo a dos metros de profundidad.

Las minas de oro abandonadas en Indonesia suelen ser 'escarbadas' por habitantes del país. Foto: Twitter @NuevaRioja
Las minas de oro abandonadas en Indonesia suelen ser 'escarbadas' por habitantes del país. Foto: Twitter @NuevaRioja

Las edades de las víctimas se encontraban entre los 30 y los 55 años y sus cuerpos fueron encontrados en un hoyo a dos metros de profundidad.

En Indonesia la explotación del oro es una de las principales actividades económicas de la nación, que desde el año 1936 se realiza a gran escala, y las principales empresas mineras transnacionales se han asentado en el territorio del sudeste asiático para hacer del país uno de los principales productores del metal precioso en el mundo.

En este país existe la mina de oro más grande del mundo, la mina Grasberg, que también lo es de cobre, en donde trabajan cerca de 20 mil operarios y está compuesta por una mina a cielo abierto y también por una subterránea.

La mina Grasberg compone gran parte de la explotación de oro en Indonesia, sin embargo, no es la única mina en el país, porque existen otras de carácter legal e ilegal, y aunque el metal precioso abunde, también existe un alto número de personas en condiciones de pobreza y que trabajando en la explotación aurífera devengan bajas remuneraciones.

La explotación minera es un trabajo muy sacrificado y peligroso, y aunque muchos crean que es solo realizado por hombres, las mujeres también se ven obligadas a participar de esta labor, y en Indonesia, buen número de ellas van a las minas, legales o ilegales, a buscar el sustento para sus familias.

En una tragedia se convirtió la jornada laboral en una mina ilegal de la provincia de Sumatra Septentrional cuando doce mujeres fallecieron luego de que el acantilado que rodea la mina se vino abajo y las sepultó.

La mina en la que trabajaban las mujeres era ilegal y se encontraba abandonada, pero ellas, motivadas por la necesidad, decidieron ingresar a la mina para tentar a la suerte encontrando una pepita de oro.

En el lamentable accidente dos mujeres lograron salvar sus vidas y fueron ellas mismas las que informaron a las autoridades sobre lo sucedido, de manera que, gracias a su aviso, los cuerpos de socorro lograron rescatar los cuerpos, aunque se dirigieron al lugar con la esperanza de encontrar mujeres con vida.

Los cuerpos de las mujeres fallecidas, cuyas edades se encontraban entre los 30 y los 55 años, fueron encontrados en un agujero de dos metros de profundidad lleno de barro, situación que dificultó su evacuación.

En Indonesia es común que las personas ‘escarben’ en las minas sin la protección y el equipo adecuado exponiéndose a graves peligros, los cuales son aumentados por las constantes lluvias monzónicas que ablandan los terrenos generando fácilmente derrumbes, no solo en las minas, sino en todo el territorio.