Por: Stephanny Pinzón • Colombia.com

En España, un sacerdote renunció a su oficio, tras hacerse viral un video en el que ofrece una misa ebrio

El hombre no aguantó la presión de los comentarios en redes sociales y tuvo que presentar su renuncia, agregando que se alejaba del oficio religioso para siempre.

Captura de video. Foto: Twitter @DueLopera
Captura de video. Foto: Twitter @DueLopera

El hombre no aguantó la presión de los comentarios en redes sociales y tuvo que presentar su renuncia, agregando que se alejaba del oficio religioso para siempre.

Las redes sociales son el escenario perfecto para mostrar diferentes sucesos alrededor del mundo, esta vez, por cuenta de un video que se hizo viral, tuvo que renunciar a su trabajo un sacerdote que ofreció una misa en estado de embriaguez.

El suceso ocurrió en la localidad de Jaén, uno de los municipios de la comunidad autónoma de Andalucía, España. Según lo registraron medios locales, el sacerdote que se vio envuelto en dicha polémica fue Juan Rubio. 

El video difundido se hizo viral por su contenido, allí se puede ver que mientras el hombre ofreció la misa, eructaba sobre el púlpito, tras beber del cáliz, en medio de la celebración de comunión de algunos niños y jóvenes.

Posteriormente, no es lo único que llama la atención en el público, pues el sacerdote, quien aparentemente está en estado de embriaguez, le dice a los feligreses “para lo que me queda en el convento… Oremos” por lo que varias personas especularon que dicho mensaje ya daba cuenta de algunos de sus problemas personales. 

El registro fílmico rápidamente se hizo viral, por lo que empezó a recibir múltiples comentarios, los cuales cuestionaban la labor del párroco. Como consecuencia de su actuación, Rubio se vio obligado a renunciar a su labor y pedir disculpas frente a los hechos acontecidos. Frente a ello, el obispado local no tuvo mayores problemas en aceptar la carta de dimisión. Así las cosas, a través de un comunicado, Rubio pidió disculpas de manera pública, reconociendo que su accionar no tenía justificación. La misiva también dejó claro que el hombre se alejaba para siempre de la vida religiosa.

El hombre, quien continúa dándose latigazos, reconoció que tenía un problema con el alcohol, por lo que también expreso que haría lo posible para superar sus problemas de adicción, al parecer, con el licor. Agrego también que para lograr dicho objetivo buscaría la ayuda profesional necesaria para cumplir con su nueva meta.  

Aunque el hombre fue juzgado por el polémico suceso, también recibió mucho apoyo por parte de sus feligreses, quienes indicaron que a pesar de las circunstancias, creían en él. No obstante, se fueron en contra de la iglesia y dijeron que consideraban el hecho como bochornoso, pero que las consecuencias eran radicales, puntualizando que con un llamado fuerte o un castigo, era más que suficiente. 

“Todo el mundo le desea lo mejor, que se recupere, y ya está. Es un hombre enfermo… no hay más nada que decir: las redes sociales hacen mucho daño… tiene sus problemas, como cualquiera.” Puntualizó una de las mujeres a los medios de comunicación.