En un debate televisado sereno, Donald Trump y Joe Biden dieron lo mejor de cada uno

En Nashville, Tennessee, se dieron cita los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, actual presidente que busca la reelección por el partido Republicano y Joe Biden del partido Demócrata, en un debate televisado y definitivo para las aspiraciones de los dos contendores.

Luego de un primer debate en el que los dos candidatos se trenzaron en una acalorada discusión llena de insultos, para este último debate de poco más de 90 minutos se decidió silenciar el micrófono del candidato que no tuviese turno de intervención para que su oponente hablara sin interrupción.

En las últimas semanas los sondeos le otorgaban cierta ventaja al candidato Joe Biden, pero ninguno puede cantar victoria en una contienda en la que el voto anticipado ha permitido la participación de cerca de 35 millones de sufragantes, como medida para evitar el contagio y propagación del Covid-19.
El debate inició con acusaciones entre los dos de recibir dineros del extranjero, Trump dijo que Biden recibió dinero de Rusia a través de su hijo y Biden dijo que Trump tiene una cuenta en China, pero ambos negaron estos señalamientos.

En cuanto a la injerencia internacional, debido a que Rusia e Irán quieren influenciar las elecciones, Biden anotó que no lo permitirá y que Irán pagará si pretende involucrarse con la seguridad de los Estados Unidos, además aseguró que Rusia no quiere que él sea presidente y se extendió diciendo que no entiende por qué Trump no quiere enfrentarse con Putin.

Los dos candidatos están de acuerdo en reabrir la economía del país, Biden lo quiere hacer con seguridad y Trump afirmó que no va a permitir que la economía decaiga, acusando a China de ser culpable de la situación.

Frente a la pandemia, Trump ha defendido su gestión afirmando que los brotes han bajado, mientras que Biden considera que, ante la falta de un plan del actual presidente, a los Estados Unidos le espera un invierno oscuro.

El asunto climático también fue abordado, Donald Trump dice que los índices de emisiones de carbono han bajado y su plan de arborización funciona, pero Biden cree que otra administración de Trump resultaría nefasta en cuanto a este tema y que él impulsará la implementación de autos eléctricos y reducirá las emisiones nocivas para el medio ambiente.

Ante la inquietud del racismo, Trump dijo no ser un hombre racista, pero Biden recordó que Trump ha considerado a los mexicanos como violadores, respondiendo el actual presidente que Biden no ha hecho nada en este tema en 47 años ejerciendo la política.

Frente al control migratorio, continuaron las acusaciones porque Biden dice que Trump ha separado familias y este último dice que los niños inmigrantes fueron traídos por gente muy mala, pero que actualmente tienen fronteras muy seguras.

En la pregunta sobre el sistema de salud, Biden cree que darle carácter social al mismo no es comunismo, un rótulo que Trump le ha puesto a cada propuesta del candidato demócrata.

Los especialistas consideran que la ganadora fue la democracia porque se evitó un debate incivilizado, pero Donald Trump, aunque mejor que en la primera ocasión, no quiso ampliar la forma en qué llevará a cabo sus planes, hoy estuvo más respetuoso, pero sin articular claramente sus ideas.

Biden logró neutralizar los ataques de Trump, especialmente los relacionados con el aspecto personal en el caso de recibir dineros a través de su hijo, trató de ser articulado y al igual que su oponente, mantuvo la calma.

Ambos candidatos se quedaron en ideas sin explicar a fondo y estas dos semanas que se vienen previas a la elección, Trump y Biden tendrán que lograr que los electores entiendan mejor sus propuestas.