Jair Bolsonaro asegura que será reelegido en la presidencia de Brasil en primera vuelta

La carrera por la presidencia del país más grande de Latinoamérica, Brasil, se encuentra candente, y los dos principales protagonistas, el presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva, se han trenzado en un juego de acusaciones.

Bolsonaro, derechista, y Lula Da Sila, de tendencia izquierdista y con pasado sindicalista, son las figuras por las que los brasileros muestran mayor opción para lograr la presidencia de un país polarizado, que ha pasado de un extremo político a otro, sin lograr la satisfacción plena de sus habitantes.

Los últimos sondeos muestran que Luiz Inacio Lula Da silva lleva 17 puntos de ventaja a Jair Bolsonaro, un exmilitar muy controvertido por sus políticas durante la pandemia y cercano a otros derechistas como Donald Trump.

Y es que justamente Bolsonaro se ha encargado de ponerle leña al fuego al asegurar que Lula Da Silva no es una buena opción para Brasil, porque su administración no fue la mejor, y además, lo llamó ‘ladrón’.

“No queremos a un ladrón al frente del Gobierno federal, creemos en el pueblo brasileño, que el próximo 2 de octubre reelegirá a Jair Bolsonaro en primera vuelta”, manifestó el mandatario en un acto en el estado de Bahía.

Luiz Inacio Lula Da Silva gobernó a Brasil en dos periodos comprendidos entre el 2003 y el 2010 en un mandato que no estuvo exento de escándalos de corrupción, pues con el ‘Mensalón’ o ‘escándalo de las mensualidades’ se descubrió un sistema de pagos del partido de los Trabajadores (PT) al que pertenecía Lula Da Silva, a diputados del Partido Laborista Brasileño (PTB) para que votaran según los designios del oficialismo.

Lula Da Silva se vio envuelto en un escándalo con la petrolera estatal Petrobrás en el que se le acusó de recibir de esta más de 8 millones de dólares en regalos y por concepto de conferencias y viajes, y aunque se le intentó encarcelar por este escándalo, la justicia de su país lo declaró inocente en junio de 2019.

Luiz Inacio Lula Da Silva aparece con el 48% de intención de voto de los brasileños, mientras que Bolsonaro tiene el 31%, por lo que asegurar una victoria en primera vuelta del candidato de izquierda es imposible, porque se necesita más del 50% para hacerse con la presidencia de quinta nación más grande del mundo que tiene una población de más de 217 millones de habitantes.

Jair Bolsonaro ha sido criticado por sus políticas económicas y su manejo de la pandemia por la COVID-19 que convirtió al país en el segundo en el mundo con más fallecimientos. Durante su gobierno la destrucción de la selva Amazónica se ha acelerado, pero a pesar de todo ello, confía en que la mayoría del electorado brasileño le de su apoyo para mantenerse al frente del poder otros 4 años.