Por: María Andrea Suárez • Colombia.com

Zac Morey, el niño británico que casi queda ciego debido a la COVID-19

El niño desarrolló dolor e inflamación en su ojo izquierdo tras padecer la COVID-19. Esta es su historia. 

Zac Morey. Foto: SWNS
Zac Morey. Foto: SWNS

El niño desarrolló dolor e inflamación en su ojo izquierdo tras padecer la COVID-19. Esta es su historia. 

‘Covid-eye’, ese fue el presunto efecto secundario de la COVID-19 que contrajo un niño de nueve años de Reino Unido, Zac Morey, quien se vio obligado a pasar la Navidad en el hospital tras presentar esta complicación poco común.

El pequeño dio positivo para la enfermedad junto con su madre, Angela Morey, y otros cuatro hermanos el pasado 16 de diciembre. Zac habría experimentado síntomas similares a los de la gripe y pasó su cuarentena en casa jugando en la computadora.

Tras pasar su período de aislamiento, el 22 de diciembre la familia se volvió a practicar la prueba COVID, a la que dieron negativo. Sin embargo, Zac desarrolló dolor en el ojo izquierdo.

Al principio, la madre atribuyó la molestia en el ojo del menor a la cantidad de tiempo que pasó frente a la pantalla, no obstante, todo cambió cuando el ojo de Zac aumentó su volumen en proporciones alarmantes durante los siguientes días.

"Parecía que su ojo iba a explotar", dijo Angela Morey a la agencia South West News Service (SWNS) sobre la desafortunada complicación de la COVID. 

De igual manera, el padre del pequeño dijo que el ojo de Zac "sstaba más hinchado que cualquier cosa que haya visto en mi vida” y que “no había forma de que pudiera abrirlo sin tirar de la piel".

Ante esta situación, los padres llevaron al niño al hospital en Nochebuena. Una vez allí, los médicos le diagnosticaron celulitis orbitaria, una infección en el área de los ojos que algunos científicos han relacionado con la COVID-19.

"Los médicos dijeron que era una reacción alérgica al virus que afecta a los niños", dijo Angela Morey, quien dijo haber sentido preocupación porque lo médicos alertaron que la enfermedad podría causar ceguera si se adentraba demasiado en el ojo. 

No obstante, le administraron antibióticos a Zac para bajar la inflamación, remedio que pareció funcionar puesto que una prueba ocular posterior confirmó que la visión de Zac se había restaurado por completo y fue dado de alta del hospital el pasado 26 de diciembre.