Terror en las alturas: Un pasajero abre la puerta de un avión de Asiana en pleno vuelo

Tripulantes de un vuelo comercial con destino al Aeropuerto Internacional de Daegu, la ciudad surcoreana, vivieron un momento de pánico después de que un pasajero abriera la puerta de emergencia del avión poco antes del aterrizaje.

El alarmante suceso ocurrió en el vuelo OZ8124 de la compañía Asiana que unía la isla de Jeju con el aeropuerto de Daegu (unos 240 kilómetros al sureste de Seúl) con 194 pasajeros a bordo.

Según informó un representante de la compañía surcoreana, cuando el avión estaba a unos 200 metros sobre el suelo, “un pasajero que estaba sentado cerca de la salida de emergencia abrió la puerta manualmente tocando la palanca".

Además de ocasionar un gran susto, algunos viajeros debieron a ser atendidos por problemas respiratorios tras el suceso.

La persona que supuestamente abrió la puerta fue un pasajero varón de 30 años aproximadamente, ha sido detenido y está siendo investigado por el momento, detalló la agencia Yonhap.

La compañía agregó que el pasajero habría intentado saltar del avión, una vez este toco tierra, momento en el que fue capturado y entregado a la policía.

El avión logró aterrizar con la puerta abierta y nadie resultó herido ni cayó del aparato durante el aterrizaje. Nueve pasajeros han sido hospitalizados al presentar problemas respiratorios como hiperventilación, aunque ninguno se encuentra grave.

En redes sociales circulan varios videos de lo ocurrido, en los que se puede ver y escuchar el pánico de los pasajeros a bordo del avión, cuando la corriente empezó a irrumpir con fuerza en la cabina provocando el llanto de muchos niños a bordo.

"Era un caos: las personas que estaban cerca de la puerta parecían desmayarse una a una y los auxiliares de vuelo llamaban a los médicos de a bordo por radio", dijo un pasajero de 44 años que iba a bordo del avión.

Otro vídeo compartido en redes sociales muestra a los pasajeros sentados en la fila de emergencia junto a una puerta abierta, siendo azotados por fuertes vientos.

Los dos pasajeros, que llevaban puestos sus cinturones de seguridad, hacían muecas de dolor y se agarraban a los reposabrazos, intentando apartarse de la puerta.