Primera ministra de Dinamarca pide perdón por matanza de visones

Hace unas semanas el gobierno de Dinamarca tomó la decisión de matar casi que por completo a su población de visones, unos mamíferos muy graciosos de la familia de los mustélidos que gracias a su pelaje y piel son usados en la industria peletera.

Dinamarca es el principal productor en el mundo de artículos con piel de visón en el mundo y aunque no son animales endémicos del país, son considerados como una parte propia de la nacionalidad porque conviven con los pobladores desde que fueron introducidos desde los Estados Unidos y Canadá en los años 20 del siglo pasado, una historia de 100 años.

El descubrimiento de una cepa de coronavirus en los visones hizo que se tomará le decisión de no correr riesgos y evitar que los seres humanos en Dinamarca pudiesen ser contagiados por los animales, que en su gran mayoría viven en granjas propias de la industria del cuero.

Ante la desaprobación de muchos habitantes, el gobierno tomó la decisión de sacrificar a estos animales, se estima que cerca de 17 millones de ellos deberían sacrificarse, decisión que incluyó también a los animales que se encontraran sanos.

Esta orden obligó a que los visones fueran cazados por grupos de sanidad especializados y fue allí cuando los grupos animalistas elevaron su voz de protesta contra las acciones que buscaban juntarlos para sacrificarlos, finalmente a comienzos de este mes de noviembre se inició el proceso de sacrificio que llevó a los animales muertos hasta una zona del país llamada Jutlandia para ser enterrados en un proceso que incluyó retroexcavadoras.

Hace pocos días los espectadores de las redes sociales y los habitantes de las zonas en donde los visones fueron enterrados, presenciaron como estos salían a la superficie como producto de la acción de los gases que intervinieron en su descomposición, esto fue aprovechado para llamarlos como los visones zombies.

Mette Frederiksen, primera ministra danesa, se disculpó ante toda la nación por el sacrificio de los visones sanos y lo hizo entre lágrimas, posteriormente se difundió que el poder ejecutivo danés no podía legalmente haber tomado esta decisión, ante lo cual la mandataria aceptó la equivocada actuación.

“No tengo el menor problema en disculparme por el curso que tomaron los acontecimientos, puesto que se cometieron errores”, afirmó visiblemente afectada la primera ministra.

Con el asunto del sacrificio de millones de animales, el ministro de agricultura, Mogens Jensen, renunció luego de ofrecer disculpas y el ministerio de salud a afirmado que, al no registrarse más casos de contagio en humanos y animales, una potencial amenaza para las vacunas estaba extinguida, teniendo en cuenta que se creía que la mutación del virus en visones pondría en riesgo la efectividad de una vacuna contra el coronavirus en los humanos.