Rusia encuentra más de 150 cuerpos sin vida de soldados ucranianos en acería de Azovstal

La guerra en Ucrania no se detiene y la posibilidad de un cese al fuego parece irse como agua entre los dedos en vista de que ninguna de las dos partes en conflicto quiere ceder, además, las entregas de armamento sofisticado por parte de varias potencias occidentales a Volodimir Zelenski, hace que sus tropas confíen en poder expulsar del país a las rusas.

Las tropas de la Federación de Rusia han centrado sus ataques y presencia de efectivos y armamento pesado en sitios clave de Ucrania, uno de ellos es la portuaria e industrial ciudad de Mariúpol, situada a orillas del mar de Azov, una urbe que ha contado con evacuación voluntaria por parte de sus habitantes y también con corredores habilitados por militares rusos.

La acería de Azovstal, es una de las laminadoras de acero más grandes e importantes de Ucrania y se convirtió en las últimas semanas en uno de los objetivos del Ejército de Rusia debido a su importancia al suministrar piezas a las tropas ucranianas, la fábrica fue atacada por tropas de Vladimir Putin y resistida por un buen número de militares y combatientes ucranianos.

Después de varios días de combates las fuerzas ucranianas representadas en el batallón de Azov decidieron una capitulación, pues el poderío militar ruso se impuso al ímpetu de las tropas de Zelenski que buscan a toda costa repeler los ataques enemigos y expulsar al invasor, no obstante, las tropas rusas siguen haciéndose con el poder de importantes bastiones en el país de la Europa oriental.

Las tropas rusas han anunciado el descubrimiento de más de 150 cuerpos sin vida en la acería de Azovstal, dichos cuerpos corresponden a combatientes ucranianos que defendían la factoría y fueron hallados en el interior de un contenedor refrigerado.

El portavoz del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, general mayor Ígor Konashenkov, manifestó que los cuerpos corresponden a 152 combatientes del batallón de Azov, a los que se refirió como nazis, y se encontraban en un contenedor con la refrigeración apagada, además indicó que entre ellos se hallaron 4 elementos explosivos sin detonar.

“En los interrogatorios, los miembros del Aziv confesaron que los cuerpos fueron minados por orden directa desde Kiev. El objetivo era acusar a Rusia e impedir que los restos sean entregados a las familias para tratar de salvar la reputación política del régimen ucraniano y del propio Zelenski”, indicó Ígor Konashenkov, portavoz ruso.

El general mayor Konashenkov afirmó que los mandos de Azov antes de capitular solicitaron que los cuerpos de los caídos fuesen entregados a sus familias, pero el gobierno de Ucrania no le prestó atención al asunto.