Mientras Colombia ganaba a Venezuela, Venezuela le ganaba a Maduro

La selección Colombia le ganaba a Venezuela, pero en el país vecino se disputaba otro partido, uno más serio, uno esencial, uno en el que Venezuela le ganaba a Maduro.

Más de un millón de personas salieron a marchar, cansadas de la corrupción, de la inflación, de su presente, de su país y de su presidente. La misión: obligar a un referendo para revocar a Nicolás Maduro.

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Pero esa fuerza popular que marchaba en las calles de capital venezolana, era fortalecida, nutrida por la mentalidad, el pensamiento de otros tantos millones de venezolanos que han sufrido la falta de alimentos, de medicamentos, de recursos básicos para vivir dignamente.

Entonces, se inició el contragolpe de ellos, contra su mandatario, ese que ha tratado de seguir una filosofía impuesta por Hugo Chávez y que ha sido la comidilla de un discurso que empieza a cansar y que cuyas palabras no logran reemplazar el hambre y la desesperación.

"Aquí estamos en las calles activando el revocatorio con la gente, es el pueblo el que decide (...) Hoy es el inicio de la etapa definitiva de esta lucha y todos los venezolanos movilizados juramos ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta pacífica hasta lograr el cambio constitucional", dice el diputado Juan Andrés Mejía… y bajo esta estrategia pretenden ponerle fin a una época de olvido y corrupción masiva, que ha desembocado en problemas de corte social, en el que los asesinatos y la delincuencia han hecho de Caracas y Venezuela, una de los sitios más peligrosos del mundo.

La gente está cansada y un millón de personas (y muchas más que no han podido marchar), han creado una ola que procura ganarle a Maduro, que impuso una dictadura y que se hace notable al acusar a aquellos que participaran de la marcha, como conspiradores a favor de un Golpe de Estado.

Un absurdo provocado por el desespero concebida por la falta de liderazgo.

Venezuela quiere una revolución en contra de la revolución que no resultó y que generó en una crisis aguda, densa, difícil y dolorosa. Venezuela puede que pierda en el fútbol, pero definitivamente quiere ganarle a Maduro, a su presente y su crisis.

VIDEO: Así fue la marcha del primero de septiembre:

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