EEUU, Rusia, Alemania y Gran Bretaña exigen no interferir en Egipto
Los máximos representantes de Rusia, Alemania,
Gran Bretaña y EEUU en la Conferencia de Seguridad de Múnich coincidieron hoy
en apoyar la transición en Egipto, rechazar la violencia y exigir elecciones,
pero advirtiendo claramente que "son los egipcios quienes deben decidir
solos, sin injerencias".

Los máximos representantes de Rusia, Alemania,
Gran Bretaña y EEUU en la Conferencia de Seguridad de Múnich coincidieron hoy
en apoyar la transición en Egipto, rechazar la violencia y exigir elecciones,
pero advirtiendo claramente que "son los egipcios quienes deben decidir
solos, sin injerencias".
La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el primer ministro del Reino Unido,
David Cameron, fueron los primeros en dejar claro este principio de no
intervención en la segunda jornada de la Conferencia, seguidos luego por la
secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y el ministro ruso de
Exteriores, Serguéi Lavrov.
Clinton afirmó en la capital bávara que observa en Oriente Medio una nueva fase
de cambios extremos y una región que corre el peligro de verse sacudida por una
"tormenta perfecta".
Clinton aclaró que "no se puede mantener el actual status quo" y advirtió
de que en las revueltas civiles árabes de Egipto, Túnez y Yemen "existen
riesgos a corto plazo".
El actual proceso puede dar lugar a "una inestabilidad transitoria, peor
aún de lo que hemos vivido hasta ahora", señaló, por lo que exigió a los
gobernantes árabes afectados que "colaboren con la sociedad civil" y
"preparen una transición democrática bien organizada, bien planificada y
transparente".
"Unas elecciones libres son condición indispensable para que una
democracia funcione", estimó la diplomática, quien añadió que es
importante solucionar las revueltas árabes, principalmente en Egipto, porque
"en Oriente Medio todo está interconectado".
Por su parte, Merkel, consideró un error celebrar elecciones precipitadas en
Egipto "al comienzo de un proceso democratizador".
La canciller calificó de primer paso importante el hecho de que el presidente
Hosni Mubarak haya anunciado que no se presentará a la reelección y defendió
una transición ordenada para evitar un vacío de poder.
"Lo que está claro es que debe cambiar algo cualitativamente", señaló
la canciller alemana, quien comparó las protestas en las naciones árabes con el
movimiento popular en los países del Este europeo que condujo al fin del
comunismo.
La jefa del Gobierno germano garantizó además el apoyo de la Unión Europea (UE)
a los cambios que se avecinan en los países del norte de África, "pero sin
intervenir".
Merkel subrayó que la política exterior debe guiarse siempre por los Derechos
Humanos, aunque reconoció que el modelo de democracia occidental no es
exportable a todas las regiones del mundo.
En la segunda jornada de la Conferencia, protegida en el exterior por 3.400
policías, ni el británico Cameron ni el ruso Lavrov hicieron en sus discursos
mención alguna a las revueltas árabes.
No fue hasta el turno de preguntas en el que el británico se limitó a recordar
la reciente exigencia de la Unión Europea (UE) de una transición democrática y
pacífica "inmediata" en Egipto.
En su discurso previo, Cameron instó a seguir combatiendo el terrorismo no sólo
en lugares como Afganistán sino en el interior de las fronteras nacionales
occidentales, donde también se ha asentado el extremismo islámico.
En el turno de preguntas el ruso Lavrov se limitó a coincidir con Clinton,
Merkel y Cameron en pedir evitar las injerencias exteriores y exigir reformas
en Egipto.
En un discurso previo centrado en el buen momento que viven las relaciones
Occidente-Rusia, Lavrov recuperó uno de los grandes temas previstos pero luego
aparcados por las revueltas árabes, la carrera nuclear de Irán. Señaló que no
ve necesidad de incrementar las sanciones y consideró este instrumento agotado.
"Ahora debemos desarrollar un plan completamente claro, un plan paso a
paso", dijo el jefe de la diplomacia rusa, quien dijo no ver otro camino
que el de "actuar y negociar".
La segunda jornada de la Conferencia de Seguridad, que hoy registró en los
alrededores una manifestación de 900 manifestantes, fue iniciada por la mañana
por el secretario general de la OTAN, Ban ki Moon, quien defendió que "la
voluntad del pueblo debe ser respetada", en referencia a las revueltas
árabes.
"Y esta voluntad popular ha sido claramente mostrada", dijo Ban,
quien apostó por unas elecciones como la mejor forma de salir de estas
situaciones de tensión en los países árabes. EFE