Por: Alejandro Poveda • Colombia.com

Andrés Felipe Pérez, el niño con cáncer que murió sin que las FARC liberaran a su padre

Andrés Felipe pidió durante más de dos años a la guerrilla que liberara a su padre, finalmente falleció sin que esto sucediera.

Actualización
El menor no volvió a ver a su padre. Foto: Twitter @LAPlazasVega
El menor no volvió a ver a su padre. Foto: Twitter @LAPlazasVega

Andrés Felipe pidió durante más de dos años a la guerrilla que liberara a su padre, finalmente falleció sin que esto sucediera.

Andrés Felipe Pérez Ocampo es uno de los rostros que dejó el conflicto armado en Colombia. Sus reiterados ruegos para que la guerrilla de las Farc dejara en libertad a su padre, el cabo José Norberto Pérez Ruiz, hicieron eco en todo el país y en algunas partes de todo el mundo sin que el grupo armado se condoliera de su situación. Era un niño, tenía cáncer y no quería morir sin ver de nuevo a su padre.

La tragedia de la familia Ocampo comenzó 7 de marzo del año 2000 luego de que las FARC adelantara un ataque en el municipio de Santa Ceciliai, en Risalda. Allí el cabo Pérez, junto a otros 14 uniformados, perdió su libertad. La condición de Andrés Felipe, que prácticamente desde su nacimiento fue delicada, se agravó.

Andrés Felipe tenía cerca de 10 años cuando su padre perdió la libertad. A lo largo de su vida tuvo que ser sometido a varias cirugías en las que se le extirparon órganos como un riñón y un pulmón, esto con el fin de que el cáncer no se extendiera, sin embargo, la masa maligna parecía no dar tregua y seguía contaminando órganos.

El 15 de noviembre de 2001, varios meses después del plagio del cabo Pérez, el menor tendría que someterse a otra operación para extraer la mitad del riñón que le quedaba. Andrés Felipe tenía miedo y quería a su padre a su lado. Golpeó varias puertas en busca de su liberación, buscó la intervención del Gobierno, de los Reyes de España y hasta del Papa Juan Pablo II. La guerrilla fue inflexible. Manuel Marulanda, comandante de las FARC en aquellos años, pedía un guerrillero a cambio del uniformado, el presidente Andrés Pastrana no cedió.

Finalmente, el 18 de diciembre de 2001 la luz de Andrés Felipe se apagó sin ver de regreso a su padre. De nada valieron las reiteradas súplicas para que la guerrillera permitiera el encuentro que inevitablemente sería fugaz, pero también tranquilizante.

Las Farc, cerca de cuatro meses  después a la muerte del niño, fusilaron al cabo al cabo José Norberto Pérez en la vereda Santa Ana del municipio de Granada, en Antioquia. La imagen de la guerrilla como un grupo sin principios que comercializaba con la vida y la dignidad humana, acabó de quedar instaurada.

Más recientemente el ahora grupo político de las FARC pidió perdón por medio de una carta por los secuestros que realizó en el país, refiriéndose en un apartado a este caso. Sin embargo, el daño ya está hecho y tal solicitud de perdón, 18 años tarde, poco o nada le servirá a la familia Pérez Ocampo.