Cancillería presenta código de vestuario y genera polémica: ¿Qué prendas quedan prohibidas?

La Cancillería de Colombia desató controversia este martes 17 de enero después de que se conociera un código de vestuario que la entidad les exigirá, de ahora en adelante, a los diplomáticos que representan al país en Bogotá y en otras partes del mundo.

En ese sentido, el despacho del ministro Álvaro Leyva determinó la manera en la que los funcionarios deberán vestir para cada ocasión. De hecho, una de las recomendaciones es no usar tenis, teniendo en cuenta lo ocurrido en varias oportunidades como, por ejemplo, cuando la ministra de Minas, Irene Vélez, recibió a la titular de Industria, Comercio y Turismo de España, María Reyes Maroto.

“El ministerio de Relaciones Internacionales promueve los intereses nacionales en el exterior, es nuestro deber proyectar una imagen seria, profesional y acorde con la misión, visión y los objetivos institucionales, por esta razón, la presentación personal no puede estar acompañada de ropa informal”, se lee en el documento que viene acompañado de ilustraciones gráfica.

Con respecto a las mujeres, se muestran sugerencias para las ocasiones formales de negocios y casual de negocios. En el primer caso, las funcionarias podrán vestir faldas, camisas, pantalones y zapatos de tacón, botines o botas.

Cuando deban acudir a un acto casual de negocios, podrán usar “un vestido, falda, pantalón, dril oscuro y leggins (gruesos), acompañados por una camisa de manga corta, larga o tres cuartos con diferentes tipos de cuello. Es posible llevar suéter o saco, de cuello tortuga/redondo y un blazer o abrigo”.

La entidad pide evitar el uso de jeans, pantalones rotos, con apliques destinos o descaderados. “Te aconsejamos utilizar un maquillaje discreto y natural sin tonalidades muy fuertes”, solicita la Cancillería.

En cuanto a los hombres, la vestimenta formal de negocios está compuesta por un traje de diseño clásico completo, camisa manga larga, corbata o corbatín, correa de cuero, calcetines largos y zapatos clásicos (oxford, botines, mocasines, entre otros).

En un evento casual de negocios, los funcionarios deberán vestir cómodos, pero “sin perder la formalidad y mezclar prendas clásicas y formales”. Por tal razón, se recomienda “una combinación de chaqueta y pantalón diferente o de traje de chaqueta y pantalón diferente o de trajo completo sin corbata; también puede ser pantalón de dril (negro o azul oscuro), preferiblemente con blazer”.

Por supuesto, el código de vestuario generó debate en las redes sociales, pues algunos apoyan la decisión al afirmar que es necesario que los funcionarios reflejen seriedad en su apariencia, mientras que otros consideran que se afecta el derecho a la libre expresión.

Por su parte, la senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro, afirmó “que la vestimenta no afecta la labor de las personas”. “Estos ‘códigos’ invisibilizan nuevas estéticas e identidades. Estamos en el siglo XXI, al Gobierno llegaron nuevas ciudadanías y la diversidad étnica de la nación colombiana. Cancillería Colombiana debe rectificar, el cambio es cultural”, puntualizó.