Comunidad de barrio de Bogotá cansada de los robos atrapa a delincuente y lo lanza al río Fucha

La inseguridad en la ciudad de Bogotá es sencillamente insoportable, en el último año, que ha estado marcado por la pandemia, los robos, asaltos y todo tipo de fechorías han aumentado, es pan de cada día conocer historias de delitos que se cometen y que tienen a la ciudadanía como las víctimas predilectas de bandas delincuenciales o de bandidos que actúan solos en compañía de un cómplice.

La presencia de la Policía Nacional no es completa, pues ante la escasez de efectivos, hay que sumar el gran tamaño de la ciudad que no puede ser cubierta con patrullajes, lo cual facilita el trabajo de los delincuentes, que han aumentado en número y en nacionalidad, porque son muchos los venezolanos que hacen parte de bandas organizadas o que actúan por cuenta propia delinquiendo sin ningún obstáculo.

Como producto del azote constante de los delincuentes, algunos vecinos de la comunidad del barrio Santa Ana en el sur de la capital de la República, decidieron hacer justicia por mano propia, cansados de que las autoridades no hagan caso a sus súplicas por patrullajes permanentes, en un lugar que se ha convertido en escenario de robos a cualquier hora del día y de la noche y que han acabado con la paz de sus residentes. 

Totalmente cansados de los robos y abusos de los delincuentes, algunos vecinos decidieron actuar inmediatamente después de que un par de delincuentes asaltara a una pareja del barrio en la entrada de su vivienda, entonces fue cuando los vecinos salieron de sus casas dispuestos a atrapar al par de pillos, uno logró escapar, pero el otro cayó en las manos, o mejor, en los palos de los furiosos vecinos, quienes le propinaron una rotunda paliza y luego lo arrojaron al río Fucha, que cruza muy cerca del sector.

Como producto de la “paloterapia”, el hombre resultó con una fractura en una pierna, múltiples golpes en su cuerpo y un trauma craneoencefálico, los bomberos tuvieron que acudir al rescate del hombre que quedó en medio de las basuras arrojadas a un río que más parece una cloaca por la contaminación que lo aqueja.

Los casos de justicia a mano propia son cada vez más frecuentes, la comunidad está cansada de la delincuencia y de la inoperancia de las autoridades, que incluso dejan escapara libremente a los ladrones, como en días pasados cuando un hombre robó un establecimiento comercial, también a sus empleados y pasó libremente ante un par de policías apostado a la entrada del lugar.