Con los artefactos menos pensados la delincuencia actúa en Bogotá

Los métodos que usan las bandas criminales en Colombia para torturar y ´ajusticiar´ a sus enemigos causan terror entre la población nacional que a diario va conociendo el accionar de aquellos que se han convertido en objeto de persecución de las autoridades.

En los últimos años, la disputa por en poder y control de negocios ilícitos entre bandas delincuenciales venezolanas y colombianas, especialmente en la ciudad de Bogotá, puso al descubierto el macabro operar de sus miembros, que pusieron de moda el descuartizamiento de enemigos luego de macabras torturas.

Durante los últimos dos años fue costumbre encontrar en las calles, parques y basureros, los cuerpos descuartizados de personas, la mayoría miembros de bandas criminales de la ciudad, entre migrantes venezolanos y colombianos, que harían parte de las disputas de poder, aunque en algunos casos se determinó que eran ´ajusticiamientos´ por problemas con cuentas del expendio de drogas en varias localidades de la capital de la República.

Joven, pero peligroso delincuente

Uno de los delincuentes más temidos y peligrosos, pese a su corta edad, fue atrapado por las autoridades después de que hubiese asesinado en la localidad de Chapinero a un hombre de nacionalidad venezolana, presuntamente por una deuda con bandas delincuenciales que manejan el negocio del microtráfico, este hombre responde al alias de ´papelito´.

A ´Papelito´, identificado como Jhean Manuel Navarro Salaya, venezolano miembro del Tren de Aragua, se le atribuye el asesinato a sangre fría de un hombre también de nacionalidad venezolana en el interior de un hotel de Chapinero, allí el hombre ingresó y lo asesinó con disparos de arma de fuego en la cabeza, pero primero lo atacó a golpes de piedra y de un objeto que llamó poderosamente la atención de la Policía.

Alias ´Papelito´ grabó el asesinato de su víctima, una costumbre que tienen los delincuentes venezolanos para infundir temor entre sus enemigos, pero, a la par de las armas de fuego, también uso piedras de gran tamaño, un cable de plancha, y al parecer, un bate con puntillas, una inusual arma que el joven criminal venezolano gustaba para intimidar y ´ablandar´ a sus blancos.

El asesinato grabado por el venezolano habría ocurrido en el mes de octubre del año 2023 y la Policía Metropolitana de Bogotá ya le seguía la pista hasta capturarlo, un juez lo envió a la cárcel por los delitos de homicidio agravado y tortura, fabricación y tráfico de sustancias psicoactivas, y porte y tenencia de armas de fuego, todos estos cargos negados por el capturado.