Corrupción en Fuerzas Militares: hospital fantasma que costó 31.000 millones de pesos

Colombia es uno de los países con mayor cantidad de minas antipersona en el mundo, y de acuerdo con un informe del Centro Nacional contra Artefactos Explosivos y Minas del Ejército Nacional, CENAM, de abril de 2022, cerca de 7.988 soldados del Ejército colombiano han resultado muertos o heridos por las minas antipersona.

Un gran proyecto que buscaba la creación de un Hospital con la más avanzada tecnología en la ciudad de Bogotá y que debería albergar hasta 1.000 soldados heridos por minas antipersona debería haber entrado en funcionamiento hace 8 años, pero hasta el momento no es más que un elefante blanco.

El edificio a medio construir ubicado en la zona de Puente Aranda no es más que un gigante con paredes sucias y a punto de caerse, y supuestamente allí debería funcionar el Centro de Rehabilitación Funcional del Batallón de Sanidad, pero un auto emitido por la Contraloría General de la República el pasado 26 de diciembre de 2022 decreta medidas cautelares por detrimento patrimonial de 30.595 millones de pesos a siete militares de alto rango, quienes son señalados como presuntos responsables por pérdida de dineros públicos.

El ente de control indica en el auto emitido la decisión de embargar los bienes inmuebles y las cuentas bancarias de los siete implicados, dos generales, dos coroneles, dos mayores y un Capitán del Ejército Nacional en lo que se conoce como un caso de corrupción al interior de las fuerzas militares.

El contrato interadministrativo No. 1441 del 23 de diciembre de 2013 indica que la obra debería entrar a funcionar el 31 de diciembre de 2014, pero casi 10 años después no existen más que paredes en mal estado, y en una visita realizada por el diario El País, se pudo constatar que la obra está a punto de caer, además, esta se abandonó luego de que dejara de pagársele a los obreros y vigilantes, quienes tuvieron que ‘cobrarse’ con cableado y tubería.

De acuerdo con lo estipulado el hospital debería tener 14.060 metros cuadrados en 4 pisos y áreas exteriores de 1.469 metros cuadrados, incluso se tenía planeado sitio de alojamiento para tropa y hasta una zona para el recibimiento de familiares de los pacientes.

Por ahora se quiere determinar si lo que existe puede restaurarse, o si por el contrario hay que tumbar todo y volver a empezar casi 10 años después de su supuesta inauguración, por lo que el dinero que el Estado colombiano y los ciudadanos contribuyentes desembolsaron pudo haberse tirado a la basura, o presuntamente, a los bolsillos de corruptos.