Paro armado del ELN deja al menos cinco muertos y cerca de 60 ataques en el país
Cinco personas muertas y múltiples ataques dejaron 72 horas de paro armado del ELN, una ofensiva que generó temor entre la población civil
Cinco personas muertas y múltiples ataques dejaron 72 horas de paro armado del ELN, una ofensiva que generó temor entre la población civil
Tras el reciente paro armado anunciado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que comenzó a regir desde el domingo 14 de diciembre y se extendió hasta las 6:00 de la mañana de este miércoles 17, el país volvió a experimentar una escalada de violencia que dejó un balance preocupante en materia de seguridad, movilidad y afectaciones a la población civil.
El anuncio de la guerrilla del ELN generó tensión inmediata en distintas regiones de Colombia. A lo largo de las 72 horas que duró el paro, el miedo se propagó entre comunidades urbanas y rurales, especialmente en zonas históricamente golpeadas por el conflicto armado. Ataques con explosivos, hostigamientos, amenazas y bloqueos en vías nacionales alteraron la cotidianidad y obligaron a la activación de protocolos de seguridad en múltiples corredores estratégicos.
El balance preliminar por parte de las autoridades deja al menos cinco personas fallecidas y cuantiosos daños materiales. Entre las víctimas mortales se encuentran dos policías que perdieron la vida tras explosiones registradas en el sur de Cali. A estos hechos se suma la muerte de un civil durante un ataque atribuido al ELN en Norte de Santander, departamento que concentró buena parte de las acciones violentas durante la jornada armada.
Además, las autoridades también investigan el homicidio de dos jóvenes cuyos cuerpos fueron hallados en Cúcuta, en circunstancias que aún están por esclarecerse y que podrían estar relacionadas con el contexto del paro. En paralelo, una funcionaria resultó herida en el peaje de La Lizama, en el tramo que comunica a Bucaramanga con Barrancabermeja, tras un hecho que obligó a suspender temporalmente el tránsito y reforzar las medidas de seguridad en la zona.
El impacto del paro armado no solo se reflejó en la pérdida de vidas humanas, sino también en la movilidad. La instalación de artefactos explosivos, las amenazas contra transportadores y los cierres forzados de vías afectaron rutas clave para el comercio y el transporte de pasajeros, profundizando la crisis en varios centros urbanos y poblaciones rurales.
Según cifras preliminares por parte de las autoridades, se habrían registrado cerca de 60 acciones violentas atribuidas al ELN en departamentos como Santander, Norte de Santander, La Guajira, Sucre, Chocó y Antioquia, además de otras regiones del oriente y occidente del país.
En Norte de Santander, uno de los territorios más golpeados, se reportaron hechos especialmente graves en municipios como Villa del Rosario, Cúcuta y Puerto Santander. En este último, un conductor de ambulancia murió tras quedar en medio de un ataque contra la subestación de Policía, un episodio que evidenció, una vez más, el impacto directo del conflicto armado sobre la población civil.