Paro armado ELN: temor entre la población del Cauca por instalación de cilindros bomba en las carreteras

El conflicto armado colombiano, con más de seis décadas generando sufrimiento, tiene en el paro armado un elemento de terror materializado en los cilindros bomba, un arma rudimentaria que la guerra en Colombia tristemente ha patentado. 

Cilindros bomba: símbolos de la guerra en Colombia

Los cilindros bomba, llamados originalmente ´tatucos´, se han convertido en una destructiva arma de guerra que genera enorme intimidación, debido a que con esta se han llevado a cabo los más atroces actos terroristas en el país durante las últimas tres décadas y tienen a la guerrilla de las FARC y del ELN, como sus siniestros creadores.

Los cilindros de gas propano, conocidos en diferentes regiones como ´balas´ o´ pimpinas´, han sido utilizados como propulsores, pero también como peligrosas bombas que generan enorme destrucción y muerte.

Durante el paro armado que anunció el ELN para llevarse a cabo entre el 14 y el 17 de diciembre como protesta por las operaciones estadounidenses en el Caribe, la intimidación a través de cilindros bomba se ha convertido en una poderosa arma para generar miedo.

El departamento del Cauca, uno de los más afectados por la violencia en Colombia, puesto que en su territorio confluyen diferentes organizaciones terroristas que se disputan el control del negocio del narcotráfico, ha servido como el escenario en donde los cilindros bomba han sido protagonistas de trágicas presentaciones y la fuerza pública colombiana ha tenido que lidiar a diario con la presencia de estos artefactos de la muerte.

La carretera Panamericana, la que conecta a las ciudades de Cali y Popayán, ha sido escenario de intimidación en medio del paro armado debido a que la guerrilla del ELN dejó abandonados cilindros bomba que fueron desactivados gracias a la acción de Policía y Ejército Nacional.

Esta acción de dejar instalados cilindros bomba por parte del ELN es interpretada como una señal de intimidación hacia la fuerza pública, pero que también genera enorme temor entre la población que vive cerca y también entre quienes deben transitar por dicha vía, pero también por otros sectores del país como los departamentos de Cesar y Norte de Santander, tradicional fortín de esta agrupación terrorista.

Temor que se expande

La instalación de cilindros bomba no solo genera enorme temor, sino que desata el pánico colectivo ocasionando parálisis en el transporte al ser canceladas las rutas de transporte terrestre perjudicándose la salida y llegada de viajeros y de alimentos y mercancías.

La Terminal de Transportes de Popayán ha tenido que cerrar sus puertas en los últimos días y apenas trata de ofrecer servicios a municipios cercanos, pero los viajes por la carretera Panamericana hacia diferentes destinos del país se ha mermado considerablemente por el temor a ataques del ELN, quema de buses y explosión de cilindros bomba.

Los cilindros bomba son símbolo de intimidación y los colombianos sentimos escalofríos con solo escuchar su nombre porque son sinónimos del horror, la muerte y la destrucción, y a pesar de ir en contra del Derecho Internacional Humanitario, estos siguen siendo una de las armas favoritas de los grupos terroristas como el ELN en el país.