Por: Stephanny Pinzón • Colombia.com

Barranquilla: niñas intercambiadas al nacer regresaron a sus hogares biológicos después de 6 años

Por una orden judicial del ICBF, las niñas tuvieron que regresar a sus hogares biológicos después de 6 años. 

Niñas intercambiadas al nacer. Foto: Shutterstock
Niñas intercambiadas al nacer. Foto: Shutterstock

Por una orden judicial del ICBF, las niñas tuvieron que regresar a sus hogares biológicos después de 6 años. 

¿Qué pasaría si seis años después se diera cuenta de que su hija fue cambiada al nacer? Esa es la historia de dos familias de Chimichagua, departamento de Cesar, y Palmar de Varela, en el departamento de Atlántico, quienes años después del nacimiento de sus hijas se dieron cuenta de que sus pequeñas fueron intercambiadas en el hospital. 

La historia empezó con José Gregorio Hernández, un padre de familia que desde los 3 años sintió que su hija, a la que estaba criando, no tenía sus genes. Las sospechas del hombre empezaron cuando se percató de que con el paso del tiempo la niña no tenía cambios físicos parecidos a los de su familia, pues la piel de la pequeña era mucho más blanca y las facciones de su rostro no encajaban con el de sus otras tres hermanas.

Las dudas con respecto al físico de la niña lo hicieron pensar que su esposa, Norelis Patricia Truyol, había sido infiel y que la pequeña era producto del adulterio, razón por la que decidió llevarse a la niña de la casa con la excusa de que le compraría unos zapatos, pero lo cierto es que la llevó a un centro médico para realizarle una prueba de ADN. 

La prueba salió con un 99% de incompatibilidad, razón por la que confrontó a su pareja y le exigió que le contara la verdad, a lo que ella, segura, le dijo que jamás le había sido infiel. Sus dudas en la cabeza no lo dejarían descansar, por lo que Norelis también se realizó una prueba de ADN, la cual también salió incompatible.

Para los padres era claro que la niña que estaba con ellos no era su hija biológica, por lo que el 6 de septiembre de 2019 interpusieron un derecho de petición al E.S.E. Hospital Niño Jesús de Barranquilla, donde el 21 de marzo de 2016 había nacido la pequeña. El padre habló con El Heraldo y contó que por sus propios medios, empezó la investigación de lo ocurrido y se percató de que ese 21 de marzo nacieron siete bebés: dos niños y cinco niñas.

Los niños quedaron descartados; en cuanto a las niñas, una había nacido en la mañana, dos en horas de la tarde y dos en la noche. Mi hija había nacido entre las 2 de la tarde y las 4 de la tarde, por lo que la otra niña probablemente era mi hija biológica”, contó Gregorio al medio de comunicación. 

Gregorio buscó el nombre por Facebook y se encontró con la foto de perfil en la que a simple vista reconoció la que sería su hija. “Hice clic en el perfil, agrandé la foto y sorpresa: la niña era igualita a mí y tenía parecido con una de mis hijas mayores. De inmediato le envié mensajes a la mujer en los que le decía que quería hablar con ella”, contó al medio.

Al contactar a la madre de la niña le pidió hacerle una prueba en la que se conoció que en efecto ella era la hija de Gregorio y Norelis, razón por la cual el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar determinó que ambas debían regresar a sus hogares biológicos. 

“Desde que todos nos enteramos ha sido difícil. Las mamás, lógicamente, están encariñadas con las bebés. Yo durante estos meses he ayudado a ambas, a la primera por ser mi hija legal, ya que yo la registré, y a la segunda por ser mi hija biológica, pero no ha sido fácil para ninguno. La niña que vive acá cerca siempre me ha dicho papá y la otra ya está asimilando que yo soy su padre. Esta última la tiene más fácil porque ella no tuvo la figura paterna hasta que yo aparecí”, relató Gregorio.

Finalmente, en la mañana del 28 de febrero de 2023, tras cumplir una orden judicial expedida por una comisaría de familia, las niñas fueron ubicadas con sus familias biológicas, muy a pesar de la dolorosa despedida.