Tras ser gestor de paz, el exsecuestrador de Ingrid Betancourt vuelve a la guerrilla
Gafas, el temido ‘carcelero’ de Ingrid Betancourt, fue nombrado gestor de paz por Petro, pero volvió a las armas con Mordisco.

Gafas, el temido ‘carcelero’ de Ingrid Betancourt, fue nombrado gestor de paz por Petro, pero volvió a las armas con Mordisco.
En julio de 2023, se dio a conocer que el presidente Gustavo Petro decidió nombrar al exguerrillero Alexander Farfán Suárez, como negociador de las disidencias en medio de las negociaciones de paz que adelanta su Gobierno. Esta decisión causó revuelo y rechazó en el país, debido al prontuario criminal de Farfán.
Alexander Farfán Suárez, mejor conocido como ‘Gafas’, perteneció al frente 1 de la extinta guerrilla de las FARC, y durante su tiempo en este grupo se le conoció como el carcelero de los secuestrados. Farfán fue capturado en la Operación Jaque, en la que fueron liberadas 15 personas, entre ellas Ingrid Betancourt, y estuvo involucrado en el secuestro de políticos y uniformados a quienes llamaban ‘canjeables’ y con quienes se esperaba un acuerdo humanitario para sacar de la cárcel a guerrilleros.
Ahora, tan solo un año después de su nombramiento, el guerrillero decidió regresar a las filas de las disidencias de las Farc, bajo el mando de Iván Mordisco, jefe de una de las facciones disidentes más fuertes.
Como era de esperarse, la inesperada decisión de Farfán ha generado una serie de críticas contra la estrategia del gobierno Petro de otorgar concesiones a exguerrilleros, pues en varias ocasiones algunos han vuelto a delinquir.
Según se señala, la última vez que alias ‘Gafas’ fue visto en público fue el pasado 21 de septiembre, cuando participó en la entrega de la concejal Sandra Betancourt a una misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja en Cauca. Para sorpresa de los presentes, lo que parecía ser un gesto de paz terminó con una amenaza.
Durante el evento, alias Gafas advirtió a la concejal que no debía regresar a la región si no quería enfrentar las represalias de las disidencias.
De momento, ni el Gobierno ni el presidente Petro se han pronunciado sobre la burla del exguerrillero, mientras tanto, algunos sectores de la oposición plantean la necesidad de abrir el debate sobre el verdadero interés de los grupos armados en nombrar gestores de paz que, al final, salen de las cárceles y vuelven a delinquir.