Francesa en Colombia asegura que en un museo la discriminaron por su nacionalidad

Cuando hablamos de discriminación generalmente tiene que ver con personas maltratadas en otros países y continentes por su origen, especialmente de latinoamericanos en los Estados Unidos y en Europa, pero, aunque no haga parte de lo ‘normal’, los extranjeros también afirman sentirse víctimas de este mal en países como Colombia.

En un caso que ha abierto el debate en el país sobre el trato que se le da a nacionales y foráneos, la periodista proveniente de Francia, Guylaine Roujol, aseguró haber sido discriminada por su nacionalidad al cobrársele, según ella, una entrada muy costosa al Museo Nacional ubicado en la ciudad de Bogotá.

La mujer quiso ingresar para conocer la muestra de uno de los espacios culturales más importantes del país, pero se llevó la sorpresa de su vida cuando le cobraron 10 dólares, unos 48 mil pesos o 9,46 euros, según ella una entrada muy costosa, aunque más baja que las que se acostumbra a cobrar en el viejo continente.

El valor de la entrada para extranjeros entre los 18 y los 59 años, según está consignado en el sitio web oficial del Museo Nacional es de 10 dólares, además si el visitante lo desea, puede realizar un aporte voluntario de un dólar, así como un visitante nacional lo puede hacer con 2 mil pesos.

La periodista francesa no solo puso el grito en el cielo, también lo escribió en su cuenta de twitter quejándose de la situación, y además experimentó tal indignación que no pudo contener el llanto como producto de la rabia y la tristeza por lo que consideró ‘un acto de discriminación por ser francesa’.

La francófona, supuesta víctima de francofobia en Colombia, país multicultural como el suyo, arremetió contra la ministra de Cultura, la santandereana Patricia Ariza, calificando la reforma de la funcionaria, artista plástica, poetisa, dramaturga y activista nacida en Vélez, como ‘una belleza’.

“Qué belleza de reforma la suya @PatriciaArizaF! No lo puedo creer. Esta mañana quería ir al Museo Nacional. Resulta que no entré al verme discriminada por el único hecho de ser francesa. No por los empleados, que todos se portaron super bien, amables y comprensivos”, indicó Guylaine Roujol.

La comunicadora francesa no entiende la razón para establecer una diferencia entre colombianos y extranjeros, los nacionales pagan entrada de menor valor, y por esa razón ‘discriminatoria’ decidió no ingresar al edificio que anteriormente sirvió como sede panóptica de una cárcel, es decir, que desde un punto se podía ver todo su interior, y que se encuentra ubicado en pleno Centro Internacional de la capital de la República.

Varios internautas afirmaron que la periodista se quejaba del asunto porque había sucedido en Colombia, pero que, de haber pasado en Europa, ella hubiese pagado lo que le cobraran sin protestar.