Israel cumplió con mantenimiento de K-Fir a pesar de rechazo de Petro ofensiva sobre Gaza

A pesar de las declaraciones de Gustavo Petro en las que rechaza las intervenciones militares de Israel en Palestina, el Gobierno del país judío ha cumplido con sus compromisos de mantenimiento de la flota de aviones K-Fir, aeronaves que componen el grupo de reacción de la llamada por el mandatario, Fuerza Aeroespacial Colombiana.

Se temía con que las palabras en contra de los bombardeos israelíes sobre Palestina del presidente Gustavo Petro terminaran por afectar o suspender las relaciones diplomáticas y comerciales de los dos países, así como los diferentes convenios y contratos militares, entre ellos el mantenimiento de los aviones de guerra, que atraviesan por un periodo de obsolescencia al tener más de 30 años de vida útil.

Las palabras de Petro no cayeron y no han caído bien en Israel, a tal punto que el ministro de Asuntos Exteriores de aquel país estimaba la suspensión de las exportaciones de seguridad a Colombia, algo que al mandatario nacional no parecen preocuparle así se llame desde el país judío como ´antisemita´.

La empresa IAI, fabricante del K-Fir, es la encargada de entregar los repuestos y realizar todas las adecuaciones para permitir que estos aviones basados en el diseño original del Mirage francés puedan seguir operando.

K-Fir listos

El contrato firmado entre el Gobierno colombiano y la firma israelí representado en 30 mil millones de pesos ya se cumplió, y desde el Comando Operativo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana se afirma que los aviones, cuya cantidad no se específica por motivos de seguridad, ya se encuentra en operación y lista para defender la soberanía nacional.

Esta inversión multimillonaria era necesaria para prolongar la vida útil y operación de las aeronaves hasta el 2025, pero a partir de esa fecha se hace necesario adquirir aeronaves modernas, algo que desde el Gobierno de Gustavo Petro no es considerado por ahora un caso prioritario.

La posibilidad de adquirir aeronaves de guerra hizo que varios fabricantes se reunieran con funcionarios colombianos y entre los oferentes se encuentran los Estados Unidos con F-16, Francia con Dassault, Suecia con Grippen y el consorcio europeo que fabrica los Typhoon.

La presunta adquisición de aeronaves de combate parecía discutirse con celeridad, pero la aprobación de las reformas de Gustavo Petro hizo que el tema se congelara, a tal punto, que hoy casi ni se contempla.

Colombia pasó de ser una potencia en materia aérea a poseer una de las flotas de aviación de guerra más viejas del mundo con aviones caza fabricados en 1989 y los años noventa, un asunto que en la guerra moderna la pone en desventaja a pesar de que los modelos con los que se cuentan tienen todas las adecuaciones tecnológicas.