“Hoy creo más”: al padre Chucho se le adelantó el susto de Halloween en Ecuador

Jesús Hernan Orjuela, conocido popularmente como el padre ‘Chucho’, es uno de los sacerdotes más reconocidos en Colombia, su participación en programas televisivos lo llevó a la fama y a ser recordado por millones de personas, ahora lleva una iglesia en el barrio Castilla en Bogotá y tiene un canal de Youtube donde comparte lives y temas de interés en la comunidad católica.

Hoy su nombre vuelve a sonar debido a una aparatosa situación que vivió en la noche del 28 de octubre mientras iba a bordo de una camioneta por las carreteras de Ecuador.

El padre Chucho vivió una de sus peores pesadillas a cuenta de delincuentes que les pegaron ‘el susto de sus vidas’. El padre se encontraba en Ecuador, ya que había sido invitado a un evento católico.

Noche de terror

Abordo del vehículo se encontraba otro sacerdote y el conductor, el padre relata que iban por la carretera con normalidad, cuando de repente otro vehículo los adelantó y les atravesó el carro para frenarles la movilidad.

El padre Chucho relata que en cuanto los delincuentes pasaron él tuvo una mala sensación, de inmediato, los hombres se bajaron y arremetieron en repetidas ocasiones, hacia el carro donde se encontraba el padre, con arma de fuego.

“Le disparaban al carro 5 personas, yo veía las balas que pasaban y pensé que me habían disparado y ni un disparo. Yo soy creyente pero hoy creo más que la gracias de Dios me puso un escudo en este camino”.

Lograron salvarse ‘de milagro’

El conductor en su afán de que los tres salieran ilesos de la situación, logró hacer una maniobra dándole reversa al carro y así perdiendo de vista a los delincuentes. Según el relato de las víctimas, por fortuna, no tuvieron ni un rasguño y todo se quedó en un susto.

El padre asegura que Dios lo protegió, “gracias primero a Dios y a la Virgen que nos acaban de salvar de un atentado”. El conductor ecuatoriano dice que es casual que por la vía en la iban se presenten situaciones de secuestro y robo.

Después de escapar se dirigieron a un peaje donde las autoridades les prestaron ayuda. Fueron escoltados hacia Guayaquil donde el padre logró tomar un vuelo cerca de las dos de la mañana de regreso a Colombia. Por ahora el padre lo único que quiere es estar en casa.