Por: Con información de UniAndes • Colombia.com

Paro nacional en Colombia: ¿La minga indígena es una herramienta política?

La minga indígena es la reivindicación de las culturas ancestrales en medio de los líos sociales de la Colombia contemporánea.

La minga indígena es uno de los actores principales de este paro nacional. Foto: Universidad de Los Andes
La minga indígena es uno de los actores principales de este paro nacional. Foto: Universidad de Los Andes

La minga indígena es la reivindicación de las culturas ancestrales en medio de los líos sociales de la Colombia contemporánea.

Ante la ausencia de espacios de discusión democrática y de participación, la minga se ha convertido en una vía de los pueblos indígenas de Colombia para ser escuchados, según Alhena Caicedo, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de los Andes y presidenta de la Asociación Colombiana de Antropología.

Para Caicedo la minga no es espontánea, sino que detrás de ella hay organizaciones étnicas como los movimientos indígena, campesino y afro.

Sin embargo, la investigadora llama la atención sobre la forma como se muestra la minga en los medios de comunicación, “invisibilizando el reclamo de la movilización por el incumplimiento sistemático de acuerdos y el asesinato de líderes sociales”.

Al señalarse la intervención de grupos armados o al decir que la minga está siendo influenciada o que es violenta, la profesora explicó que se están reproduciendo imaginarios y un sentido común que es racista, clasista y centralista con los indígenas.

Una mirada más profunda a este tema, permite entender que la minga es una práctica ancestral de trabajo colectivo, que busca el bienestar de la comunidad. Tradicionalmente se ha usado para sembrar, abrir caminos, tumbar monte o construir puestos de salud y escuelas, entre otras actividades.

Pueblos indígenas, sujetos políticos

“La minga es hoy, por derecho propio, una herramienta política de resistencia y una vía que usan para poner en la arena del debate público sus reivindicaciones y reclamos como pueblos”, puntualizó Mónica Espinosa Arango, profesora de Antropología de la Universidad.

Una práctica que nació en el suroccidente del país, de la mano de comunidades indígenas como los Nasa, Pijaos y los Yanacona y que se ha irradiado a otras partes del país. La minga hoy sigue siendo un llamado de estos pueblos para ser tenidos en cuenta como sujetos políticos.

Espinosa contó que la minga requiere una gran capacidad de trabajo que implica que las personas paren sus actividades, que, sin duda, va a incidir en sus capacidades productivas y reproductivas.

“Ese parar significa una organización interna muy cuidadosa en la que se garantiza la puesta en marcha de ollas comunales, la forma en que se va a descansar y cómo se van a crear mecanismos para proteger la seguridad de la minga de infiltraciones”, explicó Espinosa.

De hecho, durante la minga se canta, se teje y se realizan diferentes actividades propias de la tradición, cultura y memoria de los pueblos. La misma, incluso, cuenta con la participación de las personas mayores y de las niñas y niños.

Las antropólogas coinciden en que la movilización social es importante para una democracia, más aún cuando se respeta el derecho que tiene la ciudadanía de interpelar.