Pasajero bajado de avión de Viva Air no era un habitante de la calle según aerolínea

El lunes 2 de noviembre un avión de la aerolínea Viva Air se disponía a cubrir la ruta Bogotá-Barranquilla, pero la calma se vio interrumpida por una persona que al parecer se encontraba en estado de alicoramiento que pronunciaba palabras ininteligibles y a tener una conducta errática.

Debido a su comportamiento y a la alteración que presentaba al orden en el interior de la aeronave, la tripulación dio aviso a la policía, que en poco tiempo ingresó al medio de transporte y logró controlar la situación, el pasajero fue bajado del avión y de inmediato el piloto se ubicó en la zona de despegue para iniciar el viaje hacia la capital del departamento del Atlántico.

La aerolínea lamentó la situación, no sin antes asegurar que realizó todos los protocolos de seguridad exigidos para evitar que el problema se saliera de control, además indicó que, aunque varios pasajeros creyeron en un principio que la persona que se encontraba alterando el orden era un habitante de la calle, constataron de que se trataba de un pasajero que viajaría junto a su madre.

Aunque el hombre fue obligado por las autoridades a descender del avión, su acompañante si tomó el vuelo y la aerolínea Viva Air afirmó que el hombre se presentó al vuelo sin novedad, mostró su pasabordo al ingresar y se encontraba controlado y sin manifestarse bajo los efectos del alcohol.

El Aeropuerto El Dorado informó que el hombre presentaba todos sus documentos en regla y cumplió con los protocolos de ingreso al aeropuerto y a la nave cumpliendo con las medidas sin problema en los filtros de seguridad. Una vez ingresó al avión fue cuando este hombre comenzó a tener problemas de comportamiento, no portaba la mascarilla, se tornó descontrolado y pronunció palabras que no se entendieron, razón por la cual algunos pasajeros creyeron que se trataba de un habitante de la calle.

Una vez el hombre abandonó la aeronave fue puesto bajo la custodia de la Policía Nacional para definir su situación, pero la aerolínea Viva Air fue clara en comunicar que el protagonista del impase no era un habitante de la calle que se había “colado” en el avión, sino de un hombre que de un momento a otro mostró problemas de comportamiento abordo, por eso prefirieron comunicar a las autoridades para que los protocolos en estos casos permitieran controlar la situación.

No es la primera vez que este tipo de eventos desafortunados se suceden, en otras ocasionas, algunos pasajeros bajo los efectos del alcohol o las drogas han retrasado la operación normal de los vuelos y también han sido puestos bajo el resguardo de la Policía Nacional luego de cumplir con todos los protocolos de seguridad.