"Una capia de Chávez": El salario mínimo de Petro revive el fantasma de Venezuela y agita a la oposición

El salario mínimo para 2026, que desde ahora se llama salario vital, quedará en dos millones de pesos (incluyendo el auxilio de transporte), según lo anunció este lunes, 29 de diciembre, por el presidente Gustavo Petro. Una medida que no ha sido bien recibida por empresarios y opositores del mandatario.

Tras conocerse que el aumento del salario mínimo será del 23 %, diversas voces salieron a protestar contra Petro, llamándolo “irresponsable”, “populista” e incluso “una copia de Hugo Chávez”.

Un ejemplo de ello es el expresidente Iván Duque, quien asegura que un alza “desmedida” del salario mínimo no solo presiona los costos de las empresas, sino que pone en riesgo miles de puestos de trabajo formales.

“Es la partitura de Chávez, Evo, Correa, etc.; se llaman “progresistas”, pero son pobresistas porque espantan la inversión, destruyen a los generadores de empleo y llenan la sociedad de trabajadores informales”, expone Duque desde su cuenta de X.

La comparación de Colombia con Venezuela ha vuelto a tomar fuerza, tras la viralización de un video de 2008, en el que Hugo Chávez decretaba un aumento del 30 % al salario mínimo en Venezuela, utilizando una retórica de protección al trabajador similar a la manejada actualmente por Petro.

De igual manera, María Fernanda Cabal no demoró en irse contra la decisión del mandatario colombiano, asegurando que el alza del 23% al salario mínimo es populismo “disfrazado de justicia social de esa que promete el pobresismo”. Y agrega que “golpea al empleo, asfixia a las pymes y acelera la informalidad. Pan para hoy, hambre para mañana”.

Siguiendo la misma línea de sus seguidores, el líder del Centro Democrático, el expresidente Álvaro Uribe, se pronunció de manera concreta sobre el mencionado aumento asegurando que: “Petro endulza los oídos de los trabajadores y amarga sus vidas”.

Por otro lado, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) se pronunció frente al nuevo salario mínimo decretado, advirtiendo una reducción en nuevas contrataciones.

Desde Acopi, advierten que el impacto del aumento podría resultar desproporcionado frente a las capacidades reales del aparato productivo, especialmente para las MiPymes. Lo cual podría traducirse en una reducción o congelamiento de nuevas contrataciones, así como en un riesgo de destrucción de empleo formal. 

Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro se mantiene firme en su decisión, recalcando que el nuevo salario vital busca reducir la pobreza, aumentar el empleo, dinamizar la economía y democratizar la distribución de la riqueza en el país.