Presunto delincuente ruega a la comunidad que lo atrapó robando que no quemen su moto

La delincuencia en Colombia no descansa y fuera de eso, hace mucho que perdió la vergüenza porque cometen actos criminales sin importar lugar y hora, pero también protagonizan escenas de aquellas en las que tan solo se puede decir ‘esto es el colmo’.

La ciudad de Barranquilla, como muchas ciudades capitales en Colombia padece una difícil situación de seguridad, los habitantes se encuentran a merced de la delincuencia que opera de manera individual o realiza sus actividades en grupo y con armas de fuego, sin temor a accionarlas contra todo aquel que se oponga.

Los actos criminales tienen asfixiada a la población y las autoridades no logran actuar siempre que se presenta un hecho de delincuencia, y muchas veces cuando logran atrapar a un ladrón, ven con resignación como las leyes lo envían de regreso a las calles en un abrir y cerrar de ojos.

Como respuesta al desespero de la comunidad, la ‘paloterapia’ se ha convertido en una opción que muchos están dispuestos a elegir, y cada día son más los delincuentes que caen bajo la furia de la ‘justicia por mano propia’ de los barranquilleros.

Un hombre que tenía azotado a un sector de un barrio de Barranquilla con sus constantes robos decidió actuar nuevamente sobre un establecimiento comercial dedicado a la venta de comida y accesorios para las mascotas intimidando a su dueña con un arma de fuego, pero no contaba con que la comunidad ya lo tenía ‘pillado’ y no permitieron que se saliera con la suya y lo atraparon con las manos en la masa.

Como sabían que al ser arrestado por la Policía sería soltado prontamente decidieron darle una dolorosa lección a través de la ‘paloterapia’, acción a la que se sumaron varios vecinos, quienes no esperaban que el delincuente tuviese una petición muy especial.

Mientras todos los vecinos apoyaban la ‘muñequera’ para el ladrón, este, y sin ningún tipo de vergüenza pidió que no le quemaran la moto, porque se quedaría sin su herramienta de trabajo, razón que enfureció a la comunidad por sentirse burlada por este delincuente preocupado por su motocicleta.

“¡Hey niño, apaga la moto, se está prendiendo!”, pronunció el ladrón, mientras recibía una dosis de paloterapia.

El hombre recibió una paliza por parte de los vecinos y su motocicleta quedó totalmente incinerada, pero lo que va a quedar grabado en la memoria de los vecinos fue la petición tan descarada de un hombre dedicado a robar sin el más mínimo pudor.