Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Ladrón se cortó el pelo en una sala de belleza y luego atracó a los trabajadores del lugar

Un ladrón al que gusta mantener su imagen muy pulcra se cortó el pelo en una sala de belleza y luego atracó a los trabajadores del lugar en compañía de un cómplice.
 

Ladrones se hicieron pasar por clientes de una peluquería para asaltarla. Foto: Pixabay
Ladrones se hicieron pasar por clientes de una peluquería para asaltarla. Foto: Pixabay

Un ladrón al que gusta mantener su imagen muy pulcra se cortó el pelo en una sala de belleza y luego atracó a los trabajadores del lugar en compañía de un cómplice.
 

En Colombia todo el mundo quiere estar muy bien presentado y por eso es que el cuidado personal es importante, esa es la razón por la que existen muchas peluquerías, un fenómeno barrial que también incluye en cada cuadra de casi todos los barrios del país a una panadería, una droguería, y el infaltable ‘templo de la belleza’.

Las épocas en la que estaba de moda andar ‘mechudo’ ya pasaron y para lucir muy al estilo de las figuras del fútbol y de la música, los hombres acuden de manera frecuente para mantener su corte muy cuidado y muy ‘rapado’; las mujeres siempre con su cabello de acuerdo a las tendencias, aunque existen las poco tradicionales que gustan acudir para constantes cambios de color.

Entre tijeras, cuchillas No. 1 y secadores pasaba un domingo de trabajo rutinario en una peluquería del barrio Country Sur en la localidad Rafael Uribe Uribe de la ciudad de Bogotá, uno de los días con más volumen de clientes porque al inicio de semana muchos quieren acudir a sus lugares de trabajo y estudio muy ‘pispos’.

En medio del arduo trajín, un hombre llegó al establecimiento, esperó su turno con toda calma mientras leía las tradicionales revistas de peluquería alternándolas con la consabida consulta del celular, una vez se le pidió pasar a la silla explicó detalladamente cómo quería su corte, pues todos somos caprichosos con esas cosas.

Mientras el peluquero realizaba el corte de moda al cliente, un hombre que lo acompañaba entraba y salía del local con aparente prisa, pero esto no despertó ningún tipo de sospecha porque lo más seguro es que el sujeto, quien no se realizó ningún corte, lo desesperaba tener que aguardar adentro del lugar que contaba con buena afluencia de público.

Cuando el peluquero terminó su trabajo alcanzó el espejo para mostrar al cliente el resultado, este se miró por todos los ángulos, se acomodó uno que otro mechón, pero cuando se esperaba que pagara el valor del corte, no sacó del bolsillo el dinero, sino que apuntó con un arma al peluquero, mientras su amigo hacía lo mismo con los clientes y vaciaba los cajones de los estilistas del lugar.

Los aparentes clientes, que resultaron delincuentes, se tornaron violentos con los estilistas del salón e intimidándolos con armas y golpes los obligaron a entregarles sus objetos de valor como teléfonos celulares, dinero, joyas y hasta sus maletines.

Muy bien presentado un delincuente y su cómplice cometieron el robo, pero su nuevo look quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar cuyas imágenes sirven a las autoridades para seguir la pista y no quedar ‘a un pelo’ de su captura.